Resumen y sinopsis de La cara oculta de la luna de Galder Reguera
En "La cara oculta de la luna" el autor comienza cuestionándose sobre la validez de la tesis del artista conceptual Lawrence Weiner según la cual la obra de arte no necesita ser construida, que vale con su formulación verbal. A partir de esta premisa, que el autor pone en duda dada la naturaleza de, por un lado, el proceso creativo y, por otro, el acto de contemplación de una obra de arte por parte del espectador, realiza una serie de consideraciones sobre la naturaleza del lenguaje verbal y su relación con la práctica artística. Al hilo de estas consideraciones, sin embargo, se tipifica un tipo de obra en la que esta premisa de Weiner se cumple: obras en las que una parte fundamental de las mismas queda irremisiblemente oculta al espectador, que necesita de la palabra, escrita o hablada, para acceder a la misma. Éstas obras son denominadas por el autor como "obras veladas".
La segunda parte del ensayo es un rastreo por la historia del arte en la búsqueda de este tipo de obras, localizadas en autores como Marcel Duchamp, Man Ray, Robert Rauschenberg, Walter de María, Jochen Gerz, Marcel Broodthaers, Robert Barry o Piero Manzoni, y que son diferenciadas por el autor de otras obras que se han entendido históricamente como alternativas al "arte retiniano".
El ensayo concluye, finalmente, con una defensa de la validez en la actualidad de medios creativos tradicionales como la pintura o la escultura, bajo la tesis de que las creaciones de estos medios en ningún caso son reducibles a la palabra, ya sea escrita o hablada. Parafraseando a Wittgenstein, se concluye "de lo que no se puede hablar, mejor pintar".