Resumen y sinopsis de Jauja de Use Lahoz
María Broto es una reconocida actriz de teatro al filo de los cuarenta. A la salida del estreno de El jardín de los cerezos de Chejov –su representación soñada–, en la que encarna el papel de Luiba Andreievna, un hombre la espera en la puerta trasera del teatro. A primera vista, María no lo reconoce, pero el hombre insiste en explicarle quién es y por qué ha venido a buscarla.
Así recibe María la noticia de la repentina muerte de Teodoro Broto, su padre. La noticia, inesperada, viene acompañada del ofrecimiento de este hombre de volver al pueblo en el que vivieron de niños para asistir al funeral que tendrá lugar al día siguiente.
Pero María no tiene claro si quiere hacer este viaje al pasado y hurgar en las heridas abiertas de una infancia que todavía lleva marcadas en su interior.
Jauja entrelaza épocas, escenografías y sentimientos. Se enfrenta al pulso permanente entre las aspiraciones individuales y las normas que rigen el destino, y presenta un heterogéneo conjunto de personajes a los que seguimos durante varios años, para crear una epopeya humana y conmovedora que aborda los grandes temas: el amor y la pérdida, la fragilidad del éxito, las renuncias que impone el paso del tiempo, la dolorosa posibilidad del perdón, el deseo de redención, la dificultad de mirar a la verdad a la cara y, por supuesto, el rastro de la infancia, ese jardín de los cerezos que brilla por fuera, mientras los personajes que lo observan se deshacen por dentro.
No pude con él. No me gustó el comienzo y, como hago siempre, le di de plazo como 50 páginas. Y lo abandoné.
Es el libro que menos me ha gustado de los que he leído de Lahoz. Mucha narrativa y poco diálogo, lo cual la hace más pesada. Tampoco me dice mucho la historia. Es verdad que hay frases, párrafos...de una calidad literaria incuestionable, de un lirismo que recuerda a Zafón... Pero a mí se me ha hecho largo, y nunca ha llegado a engancharme
La prosa de este autor no defrauda. Los sentimientos encontrados de la protagonista de esta historia, María, se dan cita al acabar la función de teatro en la que actúa. Un hombre le comunica el fallecimiento de su padre, y a partir de ahí se suceden los recuerdos, los miedos y los desencuentros, de un pasado que vuelve para hurgar en la herida. Interesante y recomendable.
Aunque la primera mitad de la novela destila una gran calidad, la segunda parte flojea un tanto. El pasado es una losa difícil de levantar. Los orígenes en el pueblo, la huida, una madre ausente, un padre que se desvive por su hija, unos abuelos con una vida oscura, el futuro prometedor que no llega, el sueño por alcanzar el estado idílico de Jauja.
María sale de representar una función y se encuentra con viejo conocido que le informa que su padre ha muerto.
¿Ir o no ir al entierro?, reabrir heridas o mantenerlas como están?
Va alternando capítulos en los que se habla del pasado y presente, con un lenguaje, muy bien dominado
Una vez más, este autor no defrauda
Jauja" es una buena novela sobre los duros reencuentros con el pasado y los perdones que han quedado más o menos pendientes. Lahoz explora en el arrepentimiento, la pérdida, la culpa, la desdicha... Las luces y las sombras que se fraguan en las complejas relaciones entre padres e hijos. Mediante ecos rurales y urbanos, nos transporta a una época en el que todavía imperaba cierto grado de miseria, ignorancia, y desgracia moral. La frustrante huida hacia adelante de unos personajes que se quedan atrapados en medio de la nada. Y es que, como dice en un momento determinado el autor: "El pasado es un juguete vivo que no tiene tiempo; ya que siempre viene cargado de molestias, contrariedades y demandas".