Resumen y sinopsis de El desafío de Florencia de Alejandro Corral
Dos genios enfrentados.
A comienzos del siglo XVI Leonardo da Vinci y Miguel Ángel Buonarroti coinciden por algún tiempo en la ciudad de Florencia, donde el primero está retratando a Mona Lisa del Giocondo y el segundo planea dar un golpe de efecto formidable. Sumidos en unas relaciones personales tumultuosas, compiten por obtener la concesión de un enorme bloque de mármol en el que solo Miguel Ángel ve su David.
El mayor duelo artístico de la Historia del Arte.
La rivalidad de los dos artistas alcanza su cénit cuando la Señoría de Florencia decide encargar a ambos la pintura de sendos murales, uno frente a otro, en el salón más emblemático del palacio Vecchio.
Una ciudad que era un mundo.
Los dos genios del Renacimiento se enfrentan así en un reto colosal orquestado por el inteligente Maquiavelo. Un combate entre dos almas opuestas, deslumbrantes y atormentadas, que libraron la más prodigiosa de las batallas: la que llevaría a uno de ellos a ganarse el favor absoluto de la Florencia que había sido gobernada por los poderosos Médici.
Con notable acierto el autor nos narra la vida de dos genios coetáneos: Leonardo y Miguel Ángel. De manera ágil e interesante nos acerca a sus obras, sus miedos, sus aspiraciones... y su rivalidad. Novela muy recomendable.
Narración con momentos dispares y aburridos en ciertos pasajes. Para entretenerse y poco más.
Es complicado hacer una novela reuniendo en ella a los dos artistas más importantes de la historia del arte universal. Pero este autor no llega ni a un nivel satisfactorio. Nos da una visión muy sucinta de la Florencia del Cinquencento. Pero, a pesar de ello, hay aspectos positivos. El autor trata la homosexualidad de Leonardo sin tapujos. Es una homosexualidad plena tanto en el aspecto físico como en el sentimental. Otro aspecto interesante es el sufrimiento creativo. Miguel Ángel, a pesar de su genialidad, era un atormentado. Es singular que el escultor que hizo las obras más bellas, tuviera una apariencia física tan grotesca. Este razonamiento aparece espléndidamente expuesto en la obra. Lo que verdaderamente sustenta la obra es la relación de admiración y odio de ambos. Miguel Ángel veía en Leonardo la esencia del humanismo renacentista. Pero esto mismo lo apartaba demasiadas veces del arte. Leonardo veía en Miguel Ángel la pasión, el tormento creativo que nacía desde dentro de su ser. La diferencia entre ellos es que Miguel Ángel estudiaba todo aquello que le resultara beneficioso para su arte. Leonardo cualquier cosa.