Realmente, lo dejé antes de terminarlo. Y eso es raro en mí. Cabe que no sea una obra para leerla seguida, sino para tenerla a mano y leer de vez en cuando una de las descripciones de los cincuenta caracteres que la forman, pero, en cualquier caso, nada que ver con "La lengua absuelta", también de Canetti y que tanto disfrute hace ya bastantes años. Ni con "La antorcha al oído".
Realmente, lo dejé antes de terminarlo. Y eso es raro en mí. Cabe que no sea una obra para leerla seguida, sino para tenerla a mano y leer de vez en cuando una de las descripciones de los cincuenta caracteres que la forman, pero, en cualquier caso, nada que ver con "La lengua absuelta", también de Canetti y que tanto disfrute hace ya bastantes años. Ni con "La antorcha al oído".