Resumen y sinopsis de Mañana tendremos otros nombres de Patricio Pron
Viven en Madrid, en la actualidad. Ella es arquitecta, tiene miedo a hacer proyectos de futuro y busca algo que no puede definir. Él escribe ensayos, lleva cuatro años a su lado y nunca pensó en verse soltero de nuevo, en un «mercado» sentimental del que lo desconoce todo.
Por las grietas de su derrumbe como pareja entran las amistades, sus consejos y sus vidas, la mayoría de las veces con más dudas que certezas. Es la generación Tinder, la de unas personas que eliminan a otras con un dedo; una generación en la que todos están expuestos y a la postre desencantados. La ruptura de una pareja también dice mucho de un país, de un momento, de una idea de convivencia. Y la radiografía de los tiempos es dura: padres que lo son por obligación, experimentos de reinvención personal que son performances sin público, unas tecnologías que lo penetran todo, incluyendo la intimidad. Ella y Él, ya próximos a los cuarenta, comienzan a habitar esos nuevos espacios posibles en paralelo, sin desgarros románticos pero con una fuerte añoranza misteriosa que tal vez vuelva a reunirlos.
Mañana tendremos otros nombres es una mirada a las relaciones sentimentales del animal humano desde una óptica sociológica que no excluye la ternura. Es, sobre todo, la gran novela del amor en los tiempos de las redes.
Un narración gris, contada con tan poco ánimo que no motiva a seguir leyéndola.
Buena idea pero mala ejecución, por abusar tanto de los pronombres determinados en toda su prosa, confunde, aburre pero sobretodo no puede perdonar errores ortográficos, se le fue varías veces al usar pronombres indeterminados. La historia es buena pero que manera de darle al traste con la manera de contarla. Y conste que he leído y disfrutado novelas con prosas difíciles y muy densas. Tache para Alfaguara.
Una lectura perfecta para la intimidad