Resumen y sinopsis de Mi maravillosa librería de Petra Hartlieb
Cómo hacer realidad un sueño. Un testimonio divertido y certero sobre las librerías del presente.Petra Hartlieb tiene ahora una gran familia, un perro y una librería. Diez años atrás, estando de vacaciones en Viena, su ciudad de origen, supo de una bonita librería de barrio que cerraba sus puertas y estaba a la venta. Lo que en principio se planteó como una especie de broma (¿por qué no la compramos nosotros?), provocó en pocas semanas un cambio radical de vida, de ciudad y de oficio. Pero no fue fácil, tuvo que luchar contra un sinfín de contratiempos; no estaba preparada para convertirse en empresaria, y tampoco lo estaba para ser al mismo tiempo librera, esposa y madre. Este libro cuenta la historia de un desafío: cómo conseguir que una librería pequeña, tradicional y de barrio se convierta en el núcleo indispensable de la vida en comunidad de una ciudad europea en el siglo XXI.Una estupenda historia sobre cómo conseguir aquello que amamos. Una historia llena de divertidas anécdotas y emociones sin fin, que logra, gracias a una escritura ágil, directa y muy empática, que todos seamos partícipes de las alegrías y los problemas de Petra. Es, además, una maravillosa descripción de la vida diaria de muchas librerías y en muchos países: un mundo en miniatura en el que, de algún modo, habitamos todos aquellos...
Tan bonita e irreal como una historia de fantasía, Mi maravillosa librería pretende ser un retrato fiel de la situación de los libreros, un colectivo profesional ignorado la mayoría de las veces, pero tremendamente necesario para la sociedad. Pero al lector avezado no se le habrá escapado la palabra “pretende” en la frase anterior. Y es que la novela fracasa en el intento de mostrarnos algo mínimamente objetivo sobre los aspectos más profesionales a la hora de montar y mantener una librería.
El primer libro que leo de su autora, Petra Hartlieb, me ha parecido normalito en cuanto a la forma y un pestiño en cuanto al contenido. Y es que Hartlieb es una escritora bastante mediocre que cuenta con un estilo sencillo y poco depurado, gracias a que se apoya en una prosa dinámica aunque no demasiado desarrollada, un lenguaje funcional y unas descripciones tan simples y carentes de atractivo que te sorprende que esté hablando realmente de uno de los lugares más mágicos del mundo, como es una librería.
Muy poco se puede decir de los personajes. Se supone que esta es una novela autobiográfica y que por lo tanto, no haría falta construir personajes, solo describirlos, ya que son personas reales. La verdad es que la autora no ha hecho el más mínimo esfuerzo ni tan siquiera por hacer una somera descripción de los individuos que habitan su novela. Y, si bien es cierto que no es necesario para el desarrollo de la misma, da una sensación de improvisación y de muy poca organización a la hora de escribir.
La mejor manera de definir la historia que nos narra Mi maravillosa librería sería decir que se trata de un cuenta de hadas para adultos. En esencia, la autora nos relata el camino que su marido y ella toman al decidir comprar y trabajar en una pequeña librería en Viena. Y aquí se termina lo que yo llamo la “parte real” de la historia. El resto es una mezcolanza de anécdotas de clientes (todas ellas buenísimas), situaciones fascinantes y la mayor demostración de suerte que se pueda haber leído jamás. Es lo que te imaginas cuando los cuentos terminan con “y fueron felices y comieron perdices”. Prácticamente no hay obstáculos en su camino y los que aparecen dan risa y se solucionan excesivamente rápido. Y, con todo esto, estoy decepcionada, en especial con el final. Veréis, sinceramente esperaba un número musical como desenlace de esta novela, y solo obtuve un “qué felices somos y qué maravilloso es todo”. ¡Patético!
En definitiva, Mi maravillosa librería es una novela que es el equivalente a Disney para los niños. Una historia profundísimamente inverosímil pese a que no dejan de decirte que ha ocurrido de verdad. La manera tan vital y optimista a la hora de contar la historia, obviando las cosas malas del camino (que estoy segura de que las hubo) o difuminándolas para que casi no aparezcan en el libro, ha eliminado ese punto de realidad necesario para que toda buena trama basada en hechos reales triunfe. Y es una lástima, porque estoy convencida de que no existen lugares más maravillosos que las librerías. Pero la de esta señora parece estar ubicada en Narnia o algún universo paralelo mucho mejor que en el que habitamos los demás.