Resumen y sinopsis de Ordesa de Manuel Vilas
Escrito a ratos desde el desgarro, y siempre desde la emoción, este libro es la crónica íntima de la España de las últimas décadas, pero también una narración sobre todo aquello que nos recuerda que somos seres vulnerables, sobre la necesidad de levantarnos y seguir adelante cuando nada parece hacerlo posible, cuando casi todos los lazos que nos unían a los demás han desaparecido o los hemos roto. Y sobrevivimos.
«Popular y al mismo tiempo arriesgadísimo, Manuel Vilas ha escrito algo inolvidable.»
Mi tercer "10" tras casi 90 libros.
Me han gustado y sorprendido todos los capítulos. Recuerdo que leí el inicio del libro en una "vista previa" de Internet, y entendí que iba a disfrutar de su lectura. No me ha defraudado. Lo compré y lo guardaré para volver a leerlo a ratos; he tardado un año justo en leerlo, mientras leía otros libros, por el placer de recrearme en cada breve episodio. Es de esos libros que deben leerse lentamente, disfrutando cada pasaje y esperando para leer el siguiente. Me identifico con muchísimos pensamientos del autor sobre los padres, sobre los hijos, la soledad de los sentimientos, sobre la muerte, sobre la vida...
Un libro de reflexiones y análisis personales pero que podemos compartir; lectura esencial.
Libro autobiográfico que al principio me resultaba muy triste, hablando siempre de la muerte y presencia de sus padres, que lo quería dejar pero al mismo tiempo me mantuvo totalmente imantada a él y entonces ya no lo dejas sino que lo disfrutas.
Me ha hecho pensar mucho y en muchos momentos identificarme con el autor.
Libro de difícil lectura. No es una novela, sino más bien un ensayo sobre la muerte, la familia y el olvido.
Valiente, poética y desgarradora.
Su punto débil es la trama.
Novela de las que definen como maduras, tal vez porque pasarían desapercibidas en un autor novel. Narrativa intimista, en la que subyace un tono entre poético y existencial no apto para aficionados. El autor, en calidad de adulto definitivamente abandonado al pesimismo y al fracaso, recorre en una suerte de memorias los hitos de su paso por la vida, con especial consideración al recuerdo y legado de sus padres, que siguen revisitando su presente, nada nuevo por aquí. La obra nos deja un poso de profundidad muy coherente con la idea de la muerte y el temor al olvido, no hay mucho más que rascar, pero la mezcla de todas las piezas, incluido el título, resulta artificiosa, por más frases lapidarias, máximas de vida y sentencias sugerentes que salpiquen cada página. Una novela cuya lectura da para hacerse el interesante. Bien escrita, sin florituras, salvo cuando el autor comete poesía.
En el aspecto formal, el aspecto, el carácter autobiográfico, me recuerda a lo que yo he leído de G. Sebald. Sin embargo, lo que en éste, en Sebald es sutileza y contención en Vilas es abrirse en canal, pasión, rabia y -por que no decirlo y desde mi punto de vista- resentimiento. Tiene párrafos formidables, bellísimos, pero me cuesta entender esa obsesión por unos padres a los que ama y sin embargo retrata con un realismo que no ahorra sustanciales defectos. Me parece una obra inaudita, impregnada de nihilismo y exponente de una profunda carencia existencial.
Bello y duro relato de un hombre marcado por el vacío de la horfandad primero sentida y después real. Esos padres presentes e influyentes o no tanto bien en vida como en el propio futuro del protagonista. Con una prosa inteligente, particular, poética y muy detallada. Acertadas pinceladas sobre la realidad en este país actual y de los últimos 60 años. Un descubrimiento
Novela dura e intimista, Ordesa, es uno de esos libros que evocan recuerdos mientras invitan a una profunda reflexión sobre nuestra vida pasada, presente y futura.
Lo primero que he leído de Manuel Vilas me ha dejado francamente confusa. Me parece un gran autor, pero su forma de escribir es compleja y enrevesada, lleno de un lenguaje de gran lirismo pero que, por momentos, resulta de una pedantería insufrible. Las descripciones presentes en la novela son muy normales, casi vulgares. Los personajes, que son personas reales, parecen caracterizados a cachos, ya que el autor, nunca cuenta las versiones completas de los hechos; solo recuerdos fragmentados o tergiversados por el manto de la memoria.
El libro está dividido en dos grandes partes. En la primera nos encontramos toda una serie de divagaciones filosóficas del autor, bastante aburridas y reiterativas, centradas en la muerte, tema con el que Vilas parece estar bastante obsesionado, la decadencia, la vejez, la desintegración, etc. En la segunda parte, el autor nos deleita recordando sus experiencias vitales con todos aquellos seres que ya han fallecido de su familia. Es sin duda mucho más ameno e interesante.
Ordesa es un libro difícil de clasificar. Y, por tanto, es terriblemente complicado hacer una sinopsis de la obra. Pero, en esencia, podríamos decir que el libro trata sobre la pérdida de los padres. Vilas, nos narra el doloroso proceso de quedarse huérfano, a través de sus propias vivencias y su, particular, descenso a los infiernos. No se deja nada en el tintero, por eso Ordesa resulta tan impactante. Pero, si bien es cierto que el autor nos muestra algunas lecciones universales que son importantes comprender y asimilar, algunos pasajes de la historia son tan personales e intranscendentes para el lector, que provoca cierta incomodidad leerlos. Es casi como si estuvieras leyendo un texto que no deberías, como un diario o algo parecido.
Como toda historia de estas características que se precie, Ordesa, no tiene un verdadero final. Y es que el desenlace de toda trama sobre aprendizaje y la adquisición de sabiduría, solo termina con la muerte de la persona.
En resumen, Ordesa, es una lectura difícil y brutal, no apta para personas sensibles o demasiado aprensivas. Pero también contiene valiosos pensamientos sobre la vida, la pérdida y el amor, que hacen que merezca la pena el esfuerzo de leerla.
Parece la autobiografía más auténtica de todas las que he leído, un ejercicio de desnudo literario admirable. Duro de leer, porque la muerte, con los fantasmas de sus padres, está casi en cada página. Precioso estilo, símbolos de varias épocas, temas obsesivos que se quedan grabados en el lector.
Autobiografía desgarradora, honesta y contundente. Quizás demasiado repetitiva (casi obsesiva) en el recuerdo hacia sus padres. A través de ellos conocemos esa sociedad española de los años sesenta y setenta. Estilo literario notable.