Resumen y sinopsis de Un lugar pagano de Edna O'Brien
He aquí una de las grandes novelas irlandesas de todos los tiempos, comparada a menudo con el Retrato del artista adolescente de James Joyce, y tan emocionante como Dublineses. Una joven recuerda su difícil, y a la vez fascinante, niñez en la Irlanda rural de los años treinta y cuarenta: los rituales de la vida en el pueblo, las personas que conoció y amó, la encantadora belleza del paisaje. Pero también recuerda qué la llevó a abandonar su hogar para siempre, aquel instante exacto: el indecible misterio de su familia.
En esta extraordinaria novela autobiográfica, Edna O’Brien nos habla, con una voz femenina tan sutil como poderosa, acerca de la sexualidad y la muerte, la familia y la iniciación a la vida. Se trata, en cierto modo, de un libro sobre cómo crecemos, sobre cómo se crea nuestra identidad; y, también, sobre la difícil vida de las mujeres en un tiempo lleno de conflictos de un tipo u otro.
Un lugar pagano, bellamente bíblica a veces, es probablemente la verdadera novela de Edna O’Brien sobre Irlanda: su texto más exacto y de lenguaje más certero acerca de aquellos paisajes, tan maravillosos como terribles a la vez, que una vez fueron su hogar. Y en sus páginas se narra no sólo una vida irlandesa —la de una niña que se convierte en mujer—, sino la experiencia de la cual surge dicha singularidad. O’Brien sabe llegar al corazón mismo de la realidad y de sus contradicciones, religiosas, sociales o políticas, en una Irlanda de aldeas rurales y campos de cebada, de druidas en el bosque y bebés sin padre conocido en el vientre, de niñas traviesas y hombres armados y borrachos. En sus páginas, bellas e inolvidables, habita la vida misma.
Confusa y aburrida, un lugar pagano (A pagan place, en inglés) es una novela que no hay por donde coger. Así que, pese a solo tener poco más de 200 páginas, leerte esto es bastante complicado, frustrante y tedioso.
El primer libro que he leído de su célebre autora, Edna O’Brien, me ha resultado fascinante literariamente hablando. Está claro que O’Brien es una escritora excelente, con un estilo sencillo pero depurado y muy equilibrado gracias a una prosa brillante, a un lenguaje muy bien escogido mezcla entre el lirismo más culto y las formas coloquiales de comunicarse presentes en la Irlanda rural de los años 40, y unas descripciones maravillosas, coloridas y muy visuales, pero que están presentes en tan elevada extensión que al final acaban desluciendo un poco el conjunto. Otros puntos importantes son la estructura del texto y los personajes. Respecto al primero, encuentro fascinante que todo el libro esté narrado en segunda persona, algo que desconocía que podía hacerse. Pero los personajes son, sin lugar a dudas, la cara más débil del libro. Y no solo porque desconoces absolutamente todo de ellos, más allá de un par de detalles superfluos. Te desconcierta el hecho de que no estén muy caracterizados y que aun así la autora pueda utilizarlos sin más.
Un lugar pagano no hila realmente una historia. Es más bien una serie de relatos que pronto identificamos como recuerdos, más o menos cercanos en el tiempo, de nuestra protagonista. Ella (ya que no sabemos ni su nombre) vive en algún pueblo rural irlandés con su familia compuesta por su padre, madre y su hermana mayor Emma. Y poco más podemos aportar. Y es que desde el inicio, la autora nos narra con todo lujo de detalles, la vida cotidiana en el lugar y en la familia. Así que O’Brien acaba ahogándonos proporcionándonos un retrato tan detallado que resulta un poco pesado. En cada una de sus tres partes, se nos va narrando la vida de los personajes con los típicos sobresaltos, desgracias, pérdidas, escándalos y dolores característicos de la época y el lugar. Así que en el final te quedas como al principio. Por lo demás el desenlace es un poco dramático, abierto y dejan alguna que otra duda en el tintero que tampoco tienes muchas ganas de resolver.
En resumen, Un lugar pagano es una novela fascinante desde el punto de vista del cómo está hecha, pero un poco extraña y liosa respecto a que cuenta. Si soy sincera me ha desesperado en algunos momentos toda la carga de exposiciones, historias que no llegaban a nada y personajes secundarios planos y poco atractivos. Así que por todo ello no puedo recomendarla, aunque la autora se merece otra oportunidad.
Novela sobre el despertar, el fin de la infancia o la pérdida de la inocencia. Edna O´Brien vuelve a componer otro relato fidedigno sobre la vida rural irlandesa en la década de los años 40. Al igual que ya hiciera en "Las chicas de campo" -de resultado mucho más suave o bucólico-; O´Brien recrea excelentemente bien sino la miseria, si la estrechez de miras de una pequeña localidad marcada por la falta de oportunidades y la desbordante influencia de la iglesia católica. Muy cruda, de escasa esperanza. Valores inculcados al fragor de los prejuicios que se disipan como las nubes en el aire: La familia, la amistad, la educación, la fe... Otro libro de esta genial escritora irlandesa que merece muy mucho la pena leer.
De esta autora me gustaron mucho "Chicas de campo" y "Chicas de ojos verdes" y menos "Chicas felizmente casadas". Ahora esta última novela suya, autobiográfica, sobre su niñez y los secretos de su familia, tampoco me ha entusiasmado. Sigue haciendo buenas descripciones de la Irlanda rural y también realiza un extraordinario retrato sobre la condición de la mujer. Pero no tiene la frescura de las anteriores.