Resumen y sinopsis de Basta con vivir de Carmen Amoraga
Pepa es una mujer madura que ha pasado gran parte de su vida cuidando de su madre, que enviudó prematuramente y cayó en una fuerte depresión. Pepa dejó su trabajo y se volcó en su madre, pero ahora que ella ha superado la depresión y está rehaciendo su vida, Pepa se siente que ha perdido su tren. Los de su antiguo trabajo no la readmitieron como habían prometido y ahora no le queda más remedio que trabajar en una residencia de ancianos como cuidadora. Se siente frustrada, cree que ha malgastado su vida y su coraza llena de amargura le impide ser feliz.
Durante unas vacaciones forzosas, Pepa se ve obligada a reflexionar y a tomar consciencia de los errores que la han llevado a estar donde está. Paralelamente, un viejo conocido le hace notar la presencia en un banco de la plaza de Crina, una joven rumana embarazada que no habla ni un ápice de español. Crina llegó a España engañada por una red de trata de blancas, que la ha obligado a prostituirse y ahora, a punto de parir, no “trabaja” y está más o menos cuidada porque esa red planea vender al bebé. Pepa poco a poco se acerca a ella, descubre su historia y decide volcarse en ayudarla.
Una novela intensa que nos habla de crecimiento, superación y resiliencia. Que nos muestra la verdad de lo que somos y de cómo ayudar a otra persona puede llegar a salvarnos de nosotros mismos. Un canto a la vida y a la fuerza de la solidaridad entre las mujeres.
Pepa es una mujer que vive de espaldas al mundo. Su amargura la contagia a todos a su alrededor. Es incapaz de ver un ápice de luz y felicidad en su vida, cuyo valor no aprecia en absoluto. Por otro lado, Crina es una joven rumana que, engañada por su novio, llega a España y entra en una red de prostitución de la que no puede escapar. Su día a día es un infierno, pero se enfrenta a todo lo que le llega con valentía y entereza.
Con una premisa así, me esperaba que durante la lectura se produjera un encuentro entre ambas y que, a raíz de cruzar sus caminos, encontraran una la salvación y la otra razones para seguir adelante. Tan instaurada estaba esta idea en mi cabeza que, cuando no se ha producido tal escenario, mi interés por la historia ha decaído. La novela ha terminado yendo por derroteros diferentes que me han sorprendido y desencantado a partes iguales.
Entre los puntos positivos resalto cómo aborda la prostitución —desde la entrada a esta oscuro laberinto sin salida, hasta el miedo de las prostitutas, su terrible día a día y el tipo de personas con las que tratan— y el estilo de la autora, bastante original, interesante y fresco (las escenas que envuelven al perro de la protagonista son una maravilla).
Como puntos negativos saco a relucir, en primer lugar, la psicóloga de la historia. Su código deontológico deja mucho que desear (¿cómo vas a leerle a Pepa una carta de otra paciente, en peor situación que ella, para demostrarle que su vida no es tan desastrosa?). También hay bastante gordofobia y la resolución del conflicto ha sido tan simplista que me han dado ganas de gritar.
La trama pierde toda la coherencia que tenía hacia el final. No iba mal, pero la autora ha terminado desviándose tanto de lo importante de la historia que el desenlace ha quedado desdibujado.
Primero comentar que es una historia real, como le gusta contar a la autora.
Segundo la tristeza y la melancolía transcurren a lo largo de toda la obra que quedan matizadas con el humor de la madre de la protagonista, personaje con el que me quedo.
El resultado, un rayo de esperanza en la vida que nos ha tocado vivir, elegida o no