Resumen y sinopsis de A grandes males de César Pérez Gellida
Tercera y última entrega de la trilogía «Refranes, canciones y restos de sangre».
Erika Lopategui y Ólafur Olafsson han llegado a Buenos Aires siguiendo el rastro de la única persona que puede ayudarlos a destapar la organización criminal que se esconde tras la Congregación de los Hombres Puros. Encontrar el Cartapacio de Minos, un misterioso documento que contiene la identidad de los integrantes de la cúpula de esta organización, es su única meta.
Pero no solo ellos lo buscan... Pronto descubrirán que una cara conocida está más cerca de lo que a ellos les gustaría.
A grandes males es un thriller donde la realidad y la ficción se confunden para sumergir al lector en una trama cargada de incógnitas cuyas respuestas se encuentran entre los muros del edificio Barolo, un rascacielos levantado para albergar las cenizas de Dante Alighieri.
Este volumen es el que menos me ha gustado de la trilogía, ya se enreda completamente con la Congregación de los hombres puros, como venía amenazando en los libros anteriores y pierde parte de la esencia que ha caracterizado otros libros del que considero mejor autor español de novela negra.
Yo suscribo completamente las palabras de Sancho cuando dice que cuesta bastante trabajo digerir todo esto de la búsqueda del tesoro. No se ofenda, pero yo las únicas pistas que entiendo son las que dejan los rastros de sangre.
Aun así, el libro es un thriller cargado de acción, con intriga y mantiene cierto interés durante toda la novela, aunque tenga algún pasaje más árido, también encontramos giros que pueden sorprender, por lo que resulta una lectura muy recomendable para los amantes del género y fans del autor. Desde luego, también es imprescindible leer los dos anteriores antes que éste.
Plano, lento, soporífero, anodino... Mira que me hice muy fan de Gellida con la primera trilogía, pero esta segunda me ha parecido una tomadura de pelo. Para empezar, porque lo de la trilogía es, en este caso, una maniobra editorial a mi entender, y me explico: el primer libro de esta segunda trilogía ("Sarna con gusto") podría ser por sí mismo una novela independiente. Nada tiene que ver con los dos siguientes ("Cuchillo de palo" y el que nos ocupa ahora mismo, "A grandes males"). Simplemente han insertado en él algún que otro capítulo de la trama de estos dos últimos, para irla introduciendo, pero sin ningún tipo de nexo. "Sarna con gusto" es una novela sobre lo que supone un secuestro. "Cuchillo de palo" y "A grandes males" son otra novela, repartida en dos entregas, sobre las sectas y la masonería.
"Sarna con gusto" está bien, es dinámica y se deja leer. Las otras dos se hacen eternas, con infinidad de personajes, y la trama es ramplona a más no poder. Especialmente en "A grandes males". Uno tiene la sensación de que, desde la novela anterior se está cociendo poco a poco algo que en un momento va a estallar, pero no. En ningún momento estalla nada, y el final es una tomadura de pelo.
A evitar. Porque además de aburridísimo supone un esfuerzo por lo amplio del elenco de personajes y por lo largo que es el libro.