Resumen y sinopsis de Canción dulce de Leila Slimani
Myriam, madre de dos niños, decide reemprender su actividad laboral en un bufete de abogados a pesar de las reticencias de su marido. Tras un minucioso proceso de selección para encontrar una niñera, se deciden por Louise, que rápidamente conquista el corazón de los niños y se convierte en una figura imprescindible en el hogar. Pero poco a poco la trampa de la interdependencia va a convertirse en un drama.
Con un estilo directo, incisivo y tenebroso en ocasiones, Leila Slimani despliega un inquietante thriller donde, a través de los personajes, se nos revelan los problemas de la sociedad actual, con su concepción del amor y de la educación, del sometimiento y del dinero, de los prejuicios de clase y culturales.
Canción dulce ganó el Premio Goncourt 2016.
La primera mitad del libro me resultó muy adictiva y me ha gustado bastante. Pero creo que pasada la mitad de la novela decae bastante, vi comportamientos algo inverosímiles en los padres de los niños que hacen que pierda credibilidad, me ha faltado ver profundización en el personaje principal (Louise) en la segunda parte, sumado al hecho de que ya en la primea hoja del libro la autora nos cuenta el final. Tiene un estilo fluido y ágil pero no me ha apasionado.
Me la leí en un fin de semana. La historia es de lo más inquietante y está contada con un estilo sencillo y sobrio, sin espacio para sensiblerías. A pesar del tema, no cae en el morbo ni en lo previsible. Va alternando el punto de vista entre los padres y la niñera, y eso contribuye a que la lectura no decaiga en ningún momento. Me ha parecido brutal.
Un inicio impactante, poco convencional ya que en las primeras líneas nos cuenta el final de la historia: “El bebé ha muerto. Bastaron unos pocos segundos. El médico aseguró que no había sufrido. La niña en cambio seguía viva cuando llegaron los del servicio de emergencias.”
Después nos cuenta la historia, una lectura diferente, pues siempre tenemos en mente el final ya cierto, al contrario de lo que es habitual en la novela negra. Con una prosa sencilla, directa, el libro desarrolla las vidas de los personajes, los hechos, las acciones, pensamientos y sentimientos humanos, que nos darán las claves de esta historia. Recomendable, pero yo hubiera preferido dejar el final para los últimos capítulos del libro, se vive con distinta tensión y prefiero esa incertidumbre.
Complejo y muy duro, Canción dulce, es uno de esos libros que nunca sabes si comenzar o no. Sabes que te espera una lectura difícil, porque el tema no es plato de gusto de nadie. Pero está muy bien escrito y es de corta duración. Algo que, combinado con el hecho de que te lo venden como un thriller consiguió que me decidiera a leerlo.
Aunque desconocía a la autora, Leila Slimani, debo de confesar que me ha parecido una escritora fabulosa. Su estilo de escritura resulta engañosamente simple ya que cuenta con una prosa funcional y dinámica, unos personajes bastante completos (salvo el de la niña, el único totalmente irreal en mi opinión) y unas descripciones de lugares, escenas y emociones, simplemente magníficas. Son concisas, pero a la vez muy visuales y con una gran fuerza. Gracias a ellas, la autora consigue situar a sus personajes en todo momento. Y es que con solo unas frases, eres capaz de conocer, exactamente, lo que piensan y sienten cada uno de los personajes.
Canción dulce tiene una historia cruel y dolorosa, aunque no por ello es original ni tiene un planteamiento realmente innovador. En esencia, seguimos a una familia típica de clase media francesa, que se enfrenta al dilema de encontrar una niñera adecuada para cuidar de los dos niños, ahora que la mujer vuelve a trabajar. Tras una selección cuidadosa, escogen a Louise, una mujer de mediana edad, con impecables referencias, buen carácter y una excelente actitud. La niñera acaba haciendo suyos los espacios comunes, intentando parasitar una felicidad familiar que nunca le pertenecerá. Y mientras esto ocurre, nos damos cuenta de que Louise no es quien dice ser. Y tendré que parar aquí ya que no quiero hacer spoiler a nadie. Lo que si puedo comentar es que, este es uno de los pocos casos en los que la trama no tiene nada más detrás. Es decir, aunque aparecen mencionados ciertos problemas sociales, susceptibles de ser criticables, la autora nunca profundiza en ellos. Tampoco se explaya en el contexto social, del que conocemos poco o nada, y lo que sabemos tampoco sirve de gran ayuda o resulta de interés. Por último tengo que hablar del final. Y es que, si la historia ya estaba resultando un poco pesada y no me convencía del todo, el desenlace fue lo que aclaró el carácter decepcionante de la novela. Y no solo por lo trágico que resulta, si no por que no explica la causalidad de la tragedia. Es decir, no entiendes porque ocurre lo que ocurre y, lo que es peor, nadie te lo explica.
En suma, Canción dulce, triunfa como obra puramente literaria, pero fracasa con su historia que, si bien resulta brutal no convence al lector, insensibilizado, quizás, por cientos de desgracias similares.
Un precioso libro a la vez que triste. Desde el principio se sabe lo que pasará pero la autora lo va desgranando párrafo a párrafo. Particularmente me ha encantado. No aburre en absoluto y da pena que se termine. Merece la pena y mucho.
Una buena novela, de lectura fácil y aunque sepas el final nunca pierdes interés por seguir leyendo mostrando lo difícil que puede llegar a ser la combinación trabajo y vida familiar. Merecido premio Goncourt.
Estupendo libro. Una novela sencilla, muy amena y con un punto escalofriante. Pese a que desde las primeras páginas ya se conoce el desenlace final, la historia nunca pierde interés. Puede resultar dura y angustiosa, pero está magníficamente estructurada, conmueve y remueve, y atrapa hasta el punto de que una vez empezada no puedes dejar de leer. Intrigante y cautivadora. Un merecido Premio Goncourt 2016.
Desasosegante y a la vez cálida historia. Literatura que duele, sin concesiones. Excelente retrato de la clase media actual, de los desvelos de los padres primerizos, de las servidumbres sociales...en definitiva, la foto de tantos