Resumen y sinopsis de Derecho natural de Ignacio Martínez de Pisón
Al tiempo que pasa de la infancia a la edad adulta en una España en pleno proceso de apertura tras la Transición, en el interior de Ángel, el protagonista de Derecho natural, late la imperiosa necesidad de dotar de sentido a las cosas, de encontrar un orden, dado que su familia ha sido un modelo de inestabilidad y desorden. El padre, errático actor de películas de serie B e imitador de Demis Roussos, tiene una irrefrenable tendencia a la huida. Sus apariciones y desapariciones estelares dejan huellas invisibles pero indelebles en cada uno de sus cuatro hijos. La madre, por su parte, es una mujer enamorada que, harta de creer en él, tendrá que hacer esfuerzos sobrehumanos para tomar las riendas de su propia vida en una España que aún no ha despertado del todo del franquismo. A través de la voz conciliadora de Ángel, que estudiará Derecho y buscará una reconciliación con el padre, nos asomamos a la Barcelona de los años setenta y al Madrid de los ochenta.
Derecho natural recoge en su título aquellos años en que se empezó a construir un desarrollo legislativo pleno, en abierta contradicción con el largo tiempo en que no había coincidencia entre derecho y justicia.
«¿Cómo se resume una vida?», se pregunta el narrador en un momento dado. Según dónde se coloque el punto final, ese resumen adoptará la forma de drama o de comedia. En la reconstrucción que él hace, comedia y drama conviven en una intimidad inextricable que una y otra vez nos lleva de la emoción a la risa.
Novela en primera persona explicada por el hijo mayor sobre una familia complicada en tiempos difíciles.
Los personajes están bien detallados y las situaciones me resultan extrañas y a la vez reconozco la época ya que es la de mi vida.
El escritor tiene un dominio increíble del lenguaje y expresa muy bien las emociones, ya me sorprendió con 'El día de mañana' pero esta me ha convencido y animado para seguir leyendo sus novelas.
Regresa Ignacio Martínez de Pisón con una de sus particulares historias de familia. Como siempre, lo que más sorprende de él, es su gran solidez como novelista. El agridulce sabor de la cotidianidad, la grisura predemocrática de una España que gatea en pañales, y la irrefrenable conducta de sus pintorescos personajes, nos trasportan totalmente a esa reciente etapa en la que había tanto por hacer y por definir. Pisón es de los pocos que consiguen plasmar, con naturalidad, la realidad de lo que acontecía por aquel entonces en nuestro desdichado país. La Transición y la disfunción familiar, como una desventurada caricia en la que el amor y el sentimiento se dejan traslucir.
Espléndido dominio de la lengua la que nos demuestra Martínez de Pisón en esta historia que es, en realidad, la historia vital de muchas familias españolas por sus elementos comunes, los detalles y las formas de vida del recorrido comprendido entre los años 70 y 80. Desde los ojos de Ángel, el hijo mayor de la familia, se construye la existencia de un padre y una madre, atípico el primero, más común la segunda, con cuatro hijos y dos ciudades: Barcelona y Madrid.
Me encanta la capacidad de Pisón para plasmar de manera tan limpia sentimientos a menudo tan complejos. Sin embargo, en esta novela no ha sido suficiente ...
Se me hizo larga, en muchos ratos ,aburrida la vida disfuncional de esta familia en la que no encontré ningún personaje con el que empatizar. Y el recurrente escenario de la Transición, tan enriquecedor en otras obras, aquí solo me pareció eso, un simple decorado sin más trascendencia.
En definitiva, en mi opinión y sintiéndolo de veras, prescindible.
Me gustan los libros escritos en primera persona. Ángel, el protagonista de este libro, nos conduce con fluidez por las situaciones familiares y sociales en una época muy cercana para mí, por lo que a veces me he sentido muy identificada, provocándome cierta nostalgia. Bastante recomendable.
No me ha gustado mucho el tema. Esto del imitador de Demis Roussos, no me ha resultado atractivo.
Buen escritor, personajes que enamoran y de los que te apetece seguir sabiendo más.....
No defrauda una vez más esta historia ambientada en la transición española, de gente hecha a sí misma, perdedores y luchadores en una etapa convulsa de la historia de España.
Leo "Derecho natural", la nueva novela en la que Ignacio Martínez de Pisón, juega muy bien con el doble sentido, al ponerle título. Así, animada por el título (al igual que al personaje principal, a mí también me dio clase de Derecho Natural, Jaime Brufau), me paseo por la España de la Transición, de los movimientos estudiantiles, de los primeros momentos de la Constitución y de los peores años de la heroína. Con un potente lenguaje y dando protagonismo a la primera persona, con una acertada labor de documentación, unas perfectas caracterizaciones de los personajes, unos correctos saltos temporales integrados en el texto de la narración, una buena ambientación y una cuidada narrativa, de la mano del joven Ángel, el novelista plasma adecuadamente, su infancia y paso a la edad adulta, en una peculiar familia donde su padre explota el parecido físico con Demis Roussos (y termina haciendo galas imitando al cantante griego), su madre se mueve con desenvoltura en el ámbito externo pero es incapaz de manejar la dimensión privada (su toxicidad, hecha de contradicciones sutiles, de acumular ofensas para demostrar que nada le ofende y de un afán de protección, es en realidad un grito de auxilio), su hermano Manolo desarrolla conductas asociales (debido al abandono del padre) y Paloma acaba en "poder" de los Servicios Sociales por sus intentos autolíticos. Le doy un 7,8 a este libro en el que -gracias a mi trabajo- veo unos cuantos errores por lo que respecta a las figuras jurídicas que aparecen ya que, los padres no pueden perder la tutela y no existe la situación de "acogimiento no preadoptivo" que el novelista utiliza entrecomillada, sino que, cuando intervenimos los Servicios Sociales, dejamos suspendida la patria potestad de los padres (no es tutela, sino patria potestad, la figura que corresponde utilizar) y formalizamos distintos acogimientos entre los que no existe el que denomina el novelista (la ley sólo contempla el temporal, el permanente y el preadoptivo que ahora se llama "delegación de guarda con fines de adopción").
Otra historia de familia como en la novela La Buena Reputación. Me gustó aquella y me enganchó también ésta. Muy buena escritura, personajes muy bien perfilados aunque quizá a algunos les falte algo de profundidad. Aquí el autor salva al padre ausente y condena a la madre que casi siempre perdona por amor. Yo no comparto el criterio del autor. A mi me gusta más ella que el "fantasma" de su marido.
La historia de Ángel e Irene tiene enfoques muy interesantes pero el final falla y no porque acabe así, sino porque merece un mayor desarrollo.
Magnífica novela de un autor con una técnica narrativa muy depurada, que nunca defrauda. Sabe describir las relaciones familiares como pocos y en esta ocasión, además, refleja muy bien esos días en que nuestro país acababa de salir de una dictadura e intentaba acoplar los derechos naturales con los jurídicos. Los personajes son muy auténticos, emocionan y atrapan con sus desventuras y vidas agridulces. Ha sido un placer volver a leer a este novelista tan sólido.