Resumen y sinopsis de La carne de Rosa Montero
Una noche de ópera, Soledad contrata a un gigoló para que la acompañe a la función y así poder dar celos a un examante. Pero un suceso violento e imprevisto lo complica todo y marca el inicio de una relación inquietante, volcánica y tal vez peligrosa. Ella tiene sesenta años; el gigoló, treinta y dos.
Desde el humor, pero también desde la rabia y la desesperación de quien se rebela contra los estragos del tiempo, el relato de la vida de Soledad se entreteje con las historias de los escritores malditos de la exposición que está organizando para la Biblioteca Nacional.
‘La carne’ es una novela audaz y sorprendente, la más libre y personal de las que ha escrito Rosa Montero. Una intriga emocional que nos habla del paso del tiempo, del miedo a la muerte, del fracaso pero también de la esperanza, de la necesidad de amar y de la gloriosa tiranía del sexo, de la vida entendida como un lance fugaz en el que devorar o ser devorado.
Una novela ligera y también muy humana, pero que en general me ha parecido muy desechable.
Montero escribe bien, y seguramente tiene mejores obras que esta pero al final, el libro me ha parecido un tanto insípido y rápidamente olvidable.
Tiene sus momentos buenos, sobre todo aquellos en donde hace mención a los escritores y todo ese mundo de la literatura.
A ratos triste, a veces menos triste, en otras ocasiones sensual, otras sexual, pero siempre humana con los sentimientos bien descritos, a flor de piel y la psicología de las personas muy bien explicada y expuesta. Sorprendente Rosa y maravillosa novela donde explora la realidad y lo más íntimo de las personas. Una prosa sencilla como marca de la casa es una historia que absorbe desde las primeras líneas. Totalmente recomendable
Aunque se lee de un tirón y entretiene, esta novela me ha parecido ligera, frívola y con situaciones bastantes humillantes para la protagonista, una mujer de sesenta años que se encapricha de un gigoló al que contrata por una noche. Subyace, claro, el gran problema de la soledad, pero no es suficiente para que la novela le haya salido redonda. No es lo mejor de Rosa Montero, una periodista y escritora a la que admiro.
La carne es un retrato de una mujer de sesenta años que en pleno declive físico nos va descubriendo, con excepcional lucidez, todos aquellos sentimientos y miedos que, quizás, la mayor parte de nosotros padecemos. Y, a pesar de que este tipo de novelas no suelen atraerme, este libro ha conseguido doblegar mi espíritu racional sometiéndome a un inquietante escrutinio emocional de el que he salido reforzada.
El primer libro de Rosa Montero que leo me ha dejado fascinada. Su prosa es muy dinámica y armoniosa. Todo el libro fluye como un río, preservando una continuidad conseguida gracias a la mezcla de diversos temas. Sus descripciones precisas, su lenguaje sencillo pero a la vez muy ornamentado y sus personajes tan profundos, me han impactado profundamente.
Pensé que la historia me iba a resultar desagradable o incómoda, pero me cautivó por completo. En esencia, La carne nos narra la relación que mantienen Soledad y Adam, un gigoló contratado para dar celos a un examante. Pero la historia no se queda allí. A parte de introducirnos un poco más en la vida profesional de Soledad, la autora nos va desvelando su vida, con una infancia marcada por el abandono de su padre y los problemas de su hermana Dolores. Gracias a ello, podemos apreciar mucho mejor las emociones de la protagonista en los que la autora trata cuestiones fundamentales con ingenio e ironía. Y así a través de su personaje, Rosa Montero nos habla del poder del amor, la pasión desenfrenada, el dolor del desamor, el miedo a la soledad, la inminencia de la muerte, el paso del tiempo, etc. Miedos y emociones que son universales y nos acompañan a lo largo de este viaje llamado vida. Pero precisamente tanto insistir en el amor, tanto referirse a él, así como la superficialidad de la que Soledad, hace gala en algunos momentos, acabaron por hartarme un poco.
Y entre tanta referencia a Eros, Thanatos y demás sentimientos, aparece la historia de los escritores malditos, nombre de la exposición que Soledad está montando. Esta parte me resultó muy interesante y didáctica. Son todo un ejemplo de como el amor trastoca y conduce a la locura a cualquier ser humano. En esas páginas también están inmersas, aunque con muy poca duración y menos explicación, algunos de los entresijos del enorme proyecto que supone montar una exposición en un museo o, como en este caso, en la Biblioteca Nacional.
Resumiendo, La carne, ha resultado ser entretenido, pero tanto sentimiento junto acabó por despertar el hastío y el aburrimiento en ciertas partes. El final abierto, tampoco ayudó a mejorar del todo la opinión sobre el libro, pero creo que he sacado cosas muy positivas al leerlo. Y eso en cualquier caso, siempre es bueno.
Novela muy entretenida que narra la existencia de una mujer madura y como el amor puede ser impetuoso a cualquier edad.
He leído con agrado este libro. Más que la relación entre Adam y Soledad, me ha gustado la información que Rosa Montero aporta sobre la vida de "escritores malditos", referencias de sus libros y películas basadas en ellos. Recomendable por ameno.
Leo "La carne" el nuevo libro que la escritora Rosa Montero elabora al margen de la serie de ciencia-ficción protagonizada por Bruna Husky, a la que ha dedicado sus dos últimas obras. Y la verdad es que echaba de menos a la autora cosmopolita, moderna y contemporánea de "La ridícula idea de no volver a verte". Así, en este nueva novela, traspasando la cuarta pared (en un momento determinado, la escritora se dirige al lector acerca de la opinión que nos merece -o no- la elección de Wagner para un encuentro sexual) se ríe de sí misma, dándose presencia en tres ocasiones: cuando a propósito de una obra del pintor Rogelio de Egusquiza sobre Josefina Aznárez dice que "la periodista Rosa Montero le dedicó un perfil biográfico", cuando hace que la protagonista Soledad Alegre quede con la periodista Rosa Montero (y acerca de ella utiliza las frases "se creería muy importante. No la conocía en persona, pero nunca le había caído bien"..."Qué desorden de mujer") y cuando el personaje femenino en un momento posterior se refiere a Rosa Montero como "Después de todo, la periodista quizá no fuera tan imbécil". Dominando como nadie las descripciones de los distintos actores (llega a plasmar las sensaciones físicas de Soledad), la autora entreteje con maestría el relato de la vida de su personaje principal con las historias de los escritores y escritoras malditas, acerca de los cuales está preparando una exposición para la Biblioteca Nacional y, de este modo, son muchas las referencias en la novela a Pedro Luis Gálvez, Maupassant, Thomas Mann, María Lejárraga, María Luisa Bombal, María Carolina Geel, Philip J. Dick, Burroughs y Anne Perry. He disfrutado de un buen fin de semana con esta novela de prosa intensa, verdadera y de fáciles concesiones, acerca de la necesidad de amor y del abismo del desamor. De 6,3.
Muy buena novela de lectura amena y de prosa perfecta propia de esta magnífica periodista. Montero construye, con su característica humanidad, un emotivo relato sobre la soledad de la mujer madura y del duelo por la pérdida del atractivo físico. Sirve de acicate a las personas que entramos en la madurez, para que reflexionemos sobre nuestra evolución y aprender a disfrutar el presente.
El libro narra la vida de una escritora madura muy dependiente de los hombres, que se arrastra hasta límites insospechados para complacer a un joven "acompañante" por el que se ha quedado colgada.
El paso del tiempo, el miedo a la muerte, el fracaso, la esperanza, el amor, el sexo... mezclado con historias de escritores malditos. Una novela que se lee rápidamente. Me ha gustado mucho.