Resumen y sinopsis de El mito del alma. Ciencia y religión de Gonzalo Puente Ojea
Este libro desea mostrar que el eje en torno al que debe dilucidarse la cuestión del fenómeno religioso no es el concepto y la existencia de dioses –que no son más que imaginarios referentes secundarios y derivados de reelaboraciones del animismo prehistórico y la superstición dualista, ampliamente explicados en Ateísmo y Religiosidad (Siglo Veintiuno de España Editores, 1997)–. Dicha cuestión se ventila en el ámbito de las actuales relaciones de la ciencia con la religión: es decir, la necesidad de saber si, además de la materia y sus productos, existen espíritus o factores inmateriales constitutivos de un plano animista superior al de la realidad natural (mundo físico), situado por encima de la naturaleza y sus leyes –descubiertas y sistematizadas por el progresivo avance de la ciencia–, que se subordina a una supuesta sobrenaturaleza (mundo espiritual). Este imaginario plano ontológico de lo sobrenatural subyace y a la vez interviene en la naturaleza, orientándola, alterándola o suspendiéndola conforme a los propósitos y proyectos de los entes que se manifiestan en el fenómeno religioso en sus diversas figuras. La religión garantiza ilusoriamente la creencia en la eternidad de la vida, y en la cancelación de la muerte. El espíritu instaura un universo inmaterial, celeste y eterno que equivale al paradigma o prototipo de los llamados fenómenos paranormales en la naturaleza de nuestras propias vidas materiales del mundo presente, imponiendo la certeza de la escisión dualista (materialismo-espiritualismo) en cuyo seno discurre nuestra existencia. Frente a esta superstición generadora de un mundo de carácter esquizoide, el materialismo unitario representa la concepción científica de la realidad. La actividad de la ciencia camina con paso acelerado y seguro hacia la radical supresión del sobrenaturalismo, tanto en la expresión evolutiva de sus formas sacrales como en la proliferación actual de sus formas secularistas. El ateísmo hay que definirlo hoy, en su generalidad, como la irreligiosidad.
Libro de dificilísima lectura. Intrincados razonamientos filosóficos conviven con exhaustivas explicaciones científicas, abundancia de citas, exposiciones prolongadas de argumentos, estudios y teorías que buscan demostrar la inexistencia de un mundo o incluso una entidad "no material". El objetivo se logra, pero a costa de un gran esfuerzo del lector. No apto para lectores circunstanciales, resulta casi imprescindible tener alguna formación en el campo científico y filosófico. Una obra valiosa, un libro muy exigente para quien lo lee.
Con un exhaustivo análisis desarrollado en 33 Secciones numeradas pero sin título específico, Puente Ojea examina la cuestión del "alma inmortal" desde todos los ángulos concebibles. Con escritura que por momentos se torna densa, pero que nunca desciende a niveles de vulgaridad, discurre filosóficamente sobre la cuestión, fundamentando su posición con abundancia de citas. Imprescindible para quien en lugar de limitarse a "creer" en forma ciega, quiera documentarse detalladamente para formar su juicio definitivo.