Resumen y sinopsis de La vegetariana de Han Kang
Hasta ahora, Yeonghye ha sido la esposa diligente y discreta que su marido siempre ha deseado. Sin ningún atractivo especial ni ningún defecto en particular, cumple los requisitos necesarios para que su matrimonio funcione sin sobresaltos. Todo cambia cuando unas pesadillas brutales y sanguinarias empiezan a despertarla por las noches, y siente la imperiosa necesidad de deshacerse de toda la carne del frigorífico. A partir de ese momento, Yeonghye impondrá en casa una dieta exclusivamente vegetariana que su marido aceptará entre atónito y molesto. Este será un primer acto subversivo seguido de muchos otros que la llevarán a la búsqueda de una existencia más pura y despojada, más cercana a la vida vegetal, un lugar donde el poder erótico y floral de su cuerpo romperá las estrictas costumbres de una sociedad patriarcal y ultracapitalista.
Situada en Corea del Sur, La vegetariana es la historia de una metamorfosis radical y un acto de resistencia contra la violencia y la intolerancia humanas. Galardonada con el Premio Booker Internacional, esta bella y perturbadora novela catapultó internacionalmente a la que es una de las voces más interesantes y provocadoras de la literatura asiática contemporánea.
"Era un cuerpo exento de deseo y paradójicamente era también el bello cuerpo de una mujer joven. De esa contradicción emanaba una fuente de fugacidad, una fugacidad extraña y sólida. La luz del sol se diseminaba a través del ventanal como en infinitos granos de arena y, aunque no fuera perceptible a la vista, la belleza de ese cuerpo también se estaba desmoronando como arena pulverizada..."
Libro que retrata el deterioro físico y emocional de una mujer, Yeonghye, causado por múltiples factores: traumas de infancia por la violencia paterna, sueños recurrentes con imágenes perturbadoras, la poca o nula valoración que le tienen sus familiares y su esposo, un ejecutivo promedio aunque exitoso en sus proyectos y de vida muy convencional, y unos intentos de modificar sus hábitos alimenticios pero que esconden elementos de orden personal que nada tienen que ver con simples temas de "salud y bienestar".
A lo largo de tres capítulos, la autora plasma distintas perspectivas donde la incomprensión, algunos paradójicos "placeres carnales" y ciertos daños colaterales a personas del entorno cercano de Yeonghye, como su hermana In-hye, producen una mezcla de patetismo, estupor, inquietud, tristeza, soledad, y cuya lectura genera cuestionamientos y reflexiones acerca de las actitudes de la protagonista y sus consecuencias, las cuales pueden suscitar tanto empatía como rechazo, dependiendo de la mentalidad del lector que se acerque a esta obra.
Narrativa punzante, con trazas surrealistas y kafkianas bien manejadas, y una trama no exenta de polémica por los temas de fondo que plantea.
Casi se puede considerar este libro un clásico moderno de la literatura asiática, uno de esos libros que siempre se recomiendan cuando hablamos de autores orientales. Sin embargo, y a pesar de que me ha gustado, debo decir que no creo que sea una obra para todo el mundo. La narrativa y la historia es confusa y rocambolesca, llena de momentos en los que te preguntas qué es exactamente lo que estás leyendo.
Este libro trata de forma única temas como la existencia humana y el sentido de la vida, al tiempo que hace una crítica a la sociedad. A través de distintes personajes, la autora nos hace recorrer distintas perspectivas de una existencia hastiada, que no sabe bien a dónde se dirige, todo en torno a una protagonista enigmática, amoral y libre que desea simplemente hacer lo que plazca. Así, la autora trata de mostrar a una mujer que desea librarse de las convenciones sociales, especialmente dura contra las mujeres, rompiendo con absolutamente todo y desconcertando a les otres personajes y a les lectores por igual.
Es un libro de estos que te hacen reflexionar, parar después de un par de páginas para poder digerir todo lo que has leído y comprender de verdad el mensaje. Es una obra que tiene diferentes lecturas de lo abstracta que es, muy interesante, pero que puede dejar confusa a mucha gente.
Irbis.
La historia está dividida como en tres capítulos, contados por tres personas de la misma familia, pero lo he dejado en la segunda historia porque me estaba aburriendo, no me enganchó en absoluto, ni me perturbó, ni me impactó, ni me sorprendió.
La primera historia, La vegetariana, está más o menos bien, me la he leído, pero en la segunda historia, La mancha mongólica, me ha parecido un rollo insulso, no entiendo lo que quiere explicar la autora, y mucho menos entiendo cómo se ha llevado un premio.
Tiene una forma de narrar que a mí no me gusta, es muy simple, y no tiene el efecto “wow” como tienen otras novelas que da placer leerlas, se me hizo muy pesada y poco ágil.
Impactante y sorprendente, La vegetariana es una apuesta arriesgada. Un libro que realiza una despiadada crítica de una sociedad poco comprendida y valorada desde el punto de vista occidental, como es la coreana, acompañado de temas desagradables y difíciles de enfocar. Y todo ello en un libro de cortísima duración pero que te deja un poso de reflexión que te dura muchísimo tiempo.
Han Kang es la autora de esta novela. Es una escritora coreana totalmente desconocida hasta que ganó un premio literario importante en Corea del Sur con esta novela y su popularidad se disparó. Kang estructuró este libro en tres partes. Aunque tienen muchos puntos literarios en común, estas tres historias juntas te sirven para poder observar la fantástica evolución en la manera de escribir de la autora. Y es que, ante todo, Kang es una escritora fantástica que posee un estilo rico, complejo y muy bien ejecutado, gracias a una prosa profunda, excelentemente elaborada y con un desarrollo fascinante, un lenguaje estupendamente escogido, con un punto de lirismo perfecto y unas descripciones habilidosas y maravillosas a la altura del resto de la novela. Y ahora toca hablar de los personajes. La protagonista, Yeonghye, no tiene realmente voz en esta historia. Así que la autora refuerza la idea de “cascarón vacío” que se alinea estupendamente con las pretensiones de la obra. El resto de personajes, pese a poder “hablar” no son más que meros espectadores de la trama que se va deslizando a través de sus ojos.
La historia que se nos narra en La vegetariana induce a error casi desde el principio. Y es que si pensáis que os vais a encontrar una historia sobre convicciones ideológicas, resistencia frente a la incomprensión y amor incondicional al mundo natural, podéis abandonar la lectura incluso antes de comenzar. Pero para poder proporcionar un contexto haré una breve sinopsis. Este libro está dividido en tres partes. En cada una de ellas, un personaje determinado nos habla sobre la protagonista, Yeonghye un mujer de mediana edad que un día decide dejar de comer carne. Una mujer insulsa experimenta un cambio brutal que desconcierta a todo su entorno, que reacciona con hostilidad primero y después con indiferencia y abandono. Pronto se van desvelando los extremos de la protagonista, hasta convencernos de que está gravemente enferma. La visión del marido y el cuñado, profundamente machista, reduce a la protagonista a la condición de una “cosa”. Sin embargo el relato de su hermana, excepcionalmente hermoso y emotivo, la eleva como un ser incomprendido. El final, abierto e indescriptible nos muestra a un ser dañado inmerso en una sociedad consumista donde el éxito es lo único importante y que aquellos que no alcanzan los estándares son desechados y apartados de los demás sin contemplaciones.
En definitiva, La vegetariana es un novela impresionante que te deja reflexionando durante mucho tiempo acerca de la manera en la que tratamos a los enfermos mentales. Hace preguntas complicadas y sugiere respuestas dolorosas aunque necesarias. Todo ello enmarcado en una sociedad que escuda su profunda misoginia en unas tradiciones obsoletas y caducas que no permiten desarrollarse a las mujeres ni demostrar sus profundas convicciones en algo tan banal como la alimentación.
Sentí curiosidad por leer esta premiada novela de una autora coreana, país de gran actualidad y donde se come básicamente arroz, tofu y verduras, y la carne no es tan importante. En realidad la historia no tiene tanto que ver con el vegetarianismo, solo sirve de excusa para plantear la dificultad de vivir en una sociedad cuando uno se declara diferente de los principios de los demás. Yeonghye, la protagonista, salvo en sueños y con sus actitudes, no nos cuenta nada. La historia es narrada por su padre, su cuñado y su hermana, que a su vez cobran protagonismo en las tres etapas sucesivas, con distintos puntos de vista y muy diferentes acciones. La lectura me ha despertado un sentimiento contradictorio, pero en todo caso es impactante y hay que destacar el mensaje de revisión de nuestra sociedad que nos manda la autora.
A través de este libro se puede descubrir el punto de vista de la corriente vegetariana en uno de los países más consumidores de carne de todo el mundo. Novela corta y ágil con toque agridulces en algunos momentos. Sin duda, recomendable.