Resumen y sinopsis de El duelo de Joseph Conrad
Publicado en 1908, “El duelo” toma como asunto el enfrentamiento de dos oficiales del ejército de Napoleón. Su pugna es tan empecinada como misteriosa en sus orígenes y se prolonga en el tiempo hasta adquirir dimensiones casi legendarias. Inspirada en un hecho real, esta breve novela es algo más que «una seria y sincera tentativa de pequeña ficción histórica», como la calificó años más tarde el autor: no sólo es un relato que se lee con gusto, sino que encierra una reflexión sobre la evanescente naturaleza de la ofensa, sobre la dualidad y la obsesiva necesidad del otro."El duelo" sirvió de punto de partida para la primera película de Ridley Scott, “The Duellists” (“Los duelistas”, 1977), protagonizada por Harvey Keitel y Keith Carradine.
Versión íntegra ilustrada.
Novela corta definida por su autor como "relato castrense", lo más conocido de una recopilación de relatos de 1908 y diría que con mayor enjundia. Cuenta la rivalidad entre dos oficiales napoleónicos durante más de una década, originada en un incidente del todo banal que actúa como mero pretexto para el odio irracional y enquistado entre los dos hombres, opuestos en todo (carácter, origen social y geográfico, incluso físico) y que no paran de desafiarse a duelos de honor en cuanto tienen oportunidad. La templanza de uno, más acomodaticio, apegado ante todo a la institución militar, contrasta con la exaltación del otro, impulsivo, herido por el resentimiento y férreo defensor de la causa bonapartista. El enconado rechazo, especialmente de uno hacia el otro, roza la obsesión y se prolonga hasta el absurdo incluso cuando ambos luchan en el mismo bando. Su historia personal se inserta en el maremoto de la Historia de Europa, que va desde las guerras napoleónicas hasta el restablecimiento de la monarquía, que convertiría a los partidarios del hombre de Santa Elena en reliquias, en despojos humanos, con todo el cambio de circunstancias y de valores imperantes.
El sentimiento tan viril de la honra es por lo tanto lo central, por mucho que fuera ya entonces una costumbre anticuada o pura arrogancia, pues su pervivencia aún no se había extinguido. Lo más interesante de esta ficción histórica, creo yo, es la idea de cómo una enemistad tan profunda puede marcar una vida y condicionar a ambos contendientes, estableciéndose una extraña vinculación, una simbiosis entre dos sujetos inseparables pese a todo. Pese a lo disparatado del desafío, el protagonista acaba descubriendo lo inestimable del coraje, del peligro de muerte, del amor incluso, acercándose a esa humanidad descarnada y en estado puro, frente a una existencia acomodada y no tan adecuada a fin de cuentas para un león que se ha batido en los campos de batalla de media Europa… descubriéndose a sí mismo sin quererlo. Notable la descripción del duelo final, de esa tensión sostenida que nunca alcanza a resolverse, la fascinación, el eco mítico que termina generándose en el entorno de los contendientes; gran novela incluso hoy cuando nos resultan tan distantes estos conceptos que, sin embargo, daban sentido a tantas cosas hace siglos.