Resumen y sinopsis de Cuentos de horror de Horacio Quiroga
Cuentos de horror se compone de una escogida selección de relatos donde queda patente la atracción por el sufrimiento y la muerte de Horacio Quiroga, una atracción que tuvo su origen en la serie de trágicas circustancias que marcaron su vida.
Autor de algunos de los relatos más terribles y brillantes de la literatura hispanoamericana del siglo XX, Quiroga, desarrolló un brillante estilo que le permitió narrar magistralmente la violencia y el espanto que se esconde tras la apacibilidad de la naturaleza. Aunque la influencia de Poe, Kipling o Maupassant es patente en su obra, pronto dejó de buscar lo extraordinario en el ámbito de lo fatasmagórico o lo grotesco para perseguirlo en lo real y cotidiano.
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Sublimes. Quiroga está a la altura de Poe con estas narraciones. No es extraño que se declarara seguidor de él, ya que consigue ponernos los pelos de punta con fantasmas y locuras sobrenaturales. Muy recomendable.
Excelente selección de algunos de los más terribles cuentos de Quiroga. Los inolvidables "El almohadón de plumas" o "La gallina degollada" ya justifican ampliamente al volumen. Si se agregan "A la deriva" (alto valor literario pese a que Borges se lo negaba al autor uruguayo), "El hombre muerto" y "El hijo", se completa un conjunto extraordinario. Por último "La miel silvestre", "El desierto" y "El infierno artificial" completan con decoro.
Increíbles cuentos narrados de forma muy precisa.Crueles pero reales. Muy curiosos los términos locales empleados.
Cuentos de Horror es una recopilación de diversos escritos del gran escritor uruguayo Horacio Quiroga. Hacen honor a su nombre y resultan espeluznantes al desprevenido lector que se espera relatos mucho más simples y menos impactantes que los que aquí aparecen.
Horacio Quiroga escribe de forma llana y sencilla, pero con fluidez. Sus relatos contienen las descripciones necesarias, pero no hay lirismo ni ornamentos. Y la razón es que no lo necesitan. La retórica y los adornos entorpecerían la lectura y distraerían al lector de lo realmente importante, que es el cuento en sí mismo. Pero su sencillez en el lenguaje resulta agradable y certera en cuanto al retrato de personajes y emociones se refiere.
Los cuentos de este volumen son muy diversos en cuanto a ubicaciones y protagonistas. Pero todos ellos tienen algo en común: la presencia de la muerte. Pero no hay que equivocarse, ni para Quiroga, ni para sus personajes la muerte es realmente importante, si no las circunstancias personales y emocionales que la rodean. En algunos cuentos los personajes conocen su sombrío destino; en otros les llega sin avisar y de forma inesperada. En cualquier caso, el autor es un maestro a la hora de diseccionar la personalidad y las emociones de una persona que es consciente de que llega a su final. Así por sus páginas atraviesan drogadictos, padres desesperados por el futuro de sus hijos, amantes que han de separarse de forma repentina, muertes accidentales o asesinatos. Pero en todas esas muertes el personaje intuye que llega su final y reflexiona con mayor lucidez que en cualquier otro momento de su existencia, sobre su vida y muerte, errores, sueños y esperanzas pasadas, presentes y, quizás, futuras.
Son precisamente estos pensamientos finales, lo que dota de verosimilitud al conjunto, desplegando ante el lector el horror en su máxima expresión: lo que nos da más miedo es, en realidad, lo cotidiano que podría acabar con nosotros en cualquier momento.
Y, pese a que me ha parecido un libro magnífico, no lo recomendaría especialmente. Es un libro duro y no solo por el tema, también por cómo está tratado. De todas maneras no es sencillo de leer, e incluso alejándote del contexto lo más posible, resulta un lectura dolorosa, aunque no estéril.