Resumen y sinopsis de Mala Letra de Sara Mesa
La autora de este libro coge mal el lápiz. Lo ha cogido mal desde niña, cuando algunos profesores se empeñaban en corregirla porque «hay que escribir como Dios manda», e, incapaz de aprender, ha seguido cogiéndolo mal hasta el día de hoy, con todas las consecuencias. Porque... ¿puede acaso salir buena letra de un lápiz torcido?
Ésta es una de las cuestiones que planean sobre este conjunto de cuentos: la de la escritura indócil, libre y acelerada, la escritura que araña y rasga la memoria, que destroza los recuerdos y hace de ellos otra cosa. Las historias que aparecen en este volumen abordan temas como la culpa y la redención, la falta de libertad y esos «pequeños instantes, epifanías, revelaciones, imágenes que se abren, palabras que se desdoblan», cuando «algo se quiebra, y todo cambia». Niños que se resisten a obedecer y que viven con asombro y soledad el difícil proceso de crecer; chicas rebeldes cuya rebeldía es subterránea, rabiosa y poco aprovechable; seres atormentados –o no– por los remordimientos y las dudas; picabueyes y nutrias que representan agresión o consuelo; el desconcierto de vidas en apariencia normales que a veces encierran crímenes y otras únicamente el deseo de cometerlos. Sara Mesa ha construido un conjunto sólido y coherente de voces con su ya peculiar estilo tensado y sin artificios, que se revela aún más depurado en el manejo de las formas cortas.
La finalista del Premio Herralde de Novela 2012 con Cuatro por cuatro y autora de Cicatriz, perturbadora novela que obtuvo un notable éxito entre los lectores y la crítica, entrega ahora su libro quizá más personal e intimista. Este libro confirma los diagnósticos de Rafael Chirbes: «Sara Mesa levanta una literatura de alto voltaje trabajada con precisión de orfebre», y Marta Sanz: «Una escritura desnuda y fría, repleta de imágenes poderosas que desasosiegan en la misma medida que magnetizan.»
Ha participado en esta ficha: jecobe14
Conjunto de cuentos crueles cuyo objetivo parece ser el de comprender, el de analizar una parte oscura de la realidad que puede pasar desapercibida, cuyos protagonistas bien podríamos ser nosotros mismos, donde la línea entre inocentes y culpables queda desdibujada. Sara Mesa es una escritora valiente y sutil, capaz de captar con sencillez los matices, de afrontar temas difíciles (el suicidio y la discapacidad en “Mármol” y “Apenas unos milímetros”, respectivamente), de describir el lado turbador de la infancia (“Papá es de goma”, “Picabueyes”)... son relatos incómodos de leer, pero la incomodidad es consecuencia de esa exploración, de esa escritura torcida, o mala letra, con la cual dar salida a los terrores cotidianos, en lugar de una búsqueda consciente y elaborada del impacto. Por “El cárabo” y “Palabras-piedra” desfilan adolescentes inseguras y anhelantes de libertad, controladas por una mítica tía malvada. Y “Mustélidos”, donde lo autobiográfico es más evidente que nunca, supone una reflexión sobre quiénes somos y cómo nos ven los demás, así como un muy coherente cierre del volumen.
Se dio la circunstancia de que la escritora vino a mi pueblo a hablarnos de este libro, y no pude hacer menos que leerme la obra. En cuanto a ella, fenomenal, tiene unas ideas sobre literatura y un áurea de buen rollo en torno a sí que la hacen entrañable; y en cuanto a su obra - que es lo importante - me he sentido realmente cómoda leyéndola, pues Mala letra es un libro que según mi interpretación tiene dos fuerzas que mueven todos los relatos: la rebeldía (en el pensamiento, en el comportamiento y en la escritura) y el sentimiento de culpa causado por esa misma rebeldía. Cuando digo que me he sentido cómodo leyendo me refiero a que no me ha costado en absoluta sentirme como los personajes de los relatos, porque esa rebeldía y esa culpa son vivencias humanas cotidianas que todos experimentamos. Es fácil sentirse identificado con la sensación que Sara trata de transmitir con su escritura de palabra sencilla y mensaje profundo. Muy recomendable.
Es el segundo libro que leo de Sara Mesa. Me gusta. Libro de gran calidad literaria. Atrevido, valiente, oscuro a veces, doloroso... pero bueno, profundo, serio.
Sin duda, seguiré el rastro a esta buena escritora de relatos cortos. Y, espero, que buena poesía; género que también practica.
Leo "Mala letra" el libro que escribe Sara Mesa reuniendo algunos cuentos bajo la unidad temática de la "libertad de escritura" a que hace referencia el título. Elegidos los temas bajo esa unidad, la autora, alternando la primera con la tercera persona, compila estos 11 relatos estremecedores acerca de realidades indiscutibles y temas difíciles: la tierra y el cielo, las palabras, el vértigo, las voces, el tacto, las preocupaciones, la escuela, el fingimiento, el silencio, las risas, la VIDA, el complejo de culpa, el sufrimiento y los recuerdos, mientras, manejando con soltura palpitantes metáforas, un léxico puro, un lenguaje inmenso y concienzudo, nos muestra que conoce el secreto para dominar la escritura armoniosa y delicada a pesar de su "mala letra". Son cuentos con significado que producen inquietud en el lector, profundos, cultos, inteligentes, incómodos, en los que no está bien definido quién es el bueno y quién el malo, en muchos de los cuales hay un anuncio/aviso del desenlace final, reuniendo el último de ellos, a modo de epílogo, elementos de todos los anteriores al estar protagonizado por una escritora autora de un libro de cuentos, que el sentirse caminando todo el tiempo en la cuerda floja es lo que explica que escriba sobre personajes turbios, oscuros, amargados y egoístas. Estas pequeñas cicatrices que ha dejado la vida en la escritora (es innegable el carácter autobiográfico de los cuentos) tan bien construidas a pesar de los finales abiertos, me han invitado a reinventar mis sentimientos de la infancia y de la adolescencia. Poderoso y crítico, de 8,5.