Resumen y sinopsis de Las elegidas de Jorge Volpi
Una novela de la frontera, que apunta por la denuncia, la realidad de nuestro tiempo. Un retrato del empoderamiento y sus consecuencias.
El universo de la trata de mujeres en Tijuana descrito en esta novela ha inspirado la ópera Cuatro corridos, con música de Hilda Paredes, Lei Liang, Hebert Vázquez y Arlene Sierra (2013), así como la película Las elegidas, de David Pablos.
"Los hombres son perros sin bozal, perros sin sesos, perros a los que domeñan sus instintos."
La leyenda sostiene que, desde épocas prehispánicas, los habitantes de Tenancingo se han dedicado -como otros pueblos a la cerámica o a la alfarería- a una profesión singular: la prostitución. Más allá de esta versión, a lo largo de los siglos XX y XXI ha habido allí muchos padres que educan a sus hijas para ser prostitutas y a sus hermanos para traficar con ellas.
En 2001 fue descubierta la red de los hermanos Julio, Tomás y Luciano Salazar Juárez, quienes llevaban años secuestrando a jóvenes mexicanas para obligarlas a prostituirse en Tijuana y en los "campos del amor" cerca de las plantaciones de fresas de San Ysidro, California. La historia que esta obra en verso cuenta surge de estos hechos. Lo demás -juzgue o no el lector- es ficción.
Ha participado en esta ficha: amaya pujana levy
Historia contada en versos sobre los fenómenos regionales de la frontera entre México y Estados Unidos. Es similar a De perfil, de José Agustín Ramírez, escrita en los años 60, aunque en otro contexto. Similar también a Saramago en el estilo narrativo de casi todo el capítulo III.
Leo "Las elegidas", el libro que el escritor Jorge Volpi elabora tomando como base el descubrimiento que, en el año 2001, se llevó a cabo de la red de los hermanos Salazar Juárez quienes llevaban años secuestrando a jóvenes mexicanas para obligarlas a prostituirse en los “campos del amor”, cerca de las plantaciones de fresas de San Ysidro, al sur de California. Así, manejando un rico lenguaje mexicano (tepocata, gansitos, cazares, huitlacoche, redilas, xoconnostle, trocas,...) y bellas formas léxicas (hay prosa sin signos de puntuación, prosa puntuada, versos y letanías), el autor, manejando con soltura tres escenarios paralelos, me acerca a la historia del Chino y la Salvina, a remedo de la de Abram y Sarai en el Génesis 12, 11-16. Este libro acerca de lo poco que importan las mujeres en esas tierras, donde sólo representan cuerpos frágiles, idénticos e intercambiables (a la hora de prostituirlas, a los hombres les da lo mismo que sean esposas, hijas o hermanas), me ha resultado de muy bella factura, emotivo y, tristemente cruel. De 7.