Resumen y sinopsis de La distancia que nos separa de Renato Cisneros
Un hijo busca a su padre.El autor ha decidido explorar su genealogía para comprender y desmitificar la figura de ‘El Gaucho’, el polémico Ministro del Interior durante el régimen de Francisco Morales Bermúdez y, luego, Ministro de Guerra durante el segundo belaundismo. Las armas con las que cuenta son la perspectiva que ofrece la intimidad, la distancia que brinda el paso del tiempo y la urgencia de sospechar que, detrás de la historia oficial y pública, se esconde una verdad desconocida, incluso, para sus allegados más cercanos.
El resultado es una investigación tanto documental como emocional que cobra la forma de una novela valiente y necesaria, escrita con el vigor de quien contrapone la pluma a la espada y la delicadeza de quien, con derecho, cree ver en las palabras un espacio de conocimiento y conciliación.
"La distancia que nos separa" es una novela «ombliguista» que da vida a un padre tremendo, polifacético, castrador. No me gusta la literatura «ombliguista» que abunda en el ámbito literario francés, pero esta vez he de reconocer que la lectura de este libro me dejó pasmada de admiración. Primero porque está muy bien escrito, con un lenguaje llano y adecuado; luego porque este libro conlleva tanta sinceridad, va tan profundamente al interior del sujeto, que inspira respeto. Por otro lado es dable reconocerse en algunos estados de ánimo del protagonista-narrador…porque estamos frente a una situación, que por un aspecto u otro, nos recuerda cosas personales.
El hijo-narrador, Renato Cisneros parte en búsqueda de un padre que frecuentó durante 18 años, pero que conoció mal y al cual nunca pudo acercarse del todo. Para poder escribir este libro, el autor necesitó unos 8 años de trabajo. Y para poder escribir sobre la saga familiar tuvo que investigar sus antepasados, sacando a relucir las glorias y las lacras de la familia; se necesita coraje. Pero a todas vistas este libro no sólo es la búsqueda del genitor, sino también la búsqueda de él mismo frente a la imagen tan fuerte y demoledora de este padre avasallador, el Gaucho Cisneros, apodo que le venía de su educación y formación bonaerenses.