Resumen y sinopsis de A los actores de Manuel Gutiérrez Aragón
En la constelación de estrellas que figuran en este libro están algunos de los actores más populares de nuestro cine. Manuel Gutiérrez Aragón los retrata a la vez que se retrata a él mismo a lo largo de unas reflexiones sobre qué es la representación y la vida de cine. Desde la realidad hasta la imaginación y la fantasía, el director de algunas de las películas de las que se habla en este libro convoca a sus personajes para construir un magnífico relato. Relato no exento de crítica, pero, en cualquier caso, lleno de pasión por los actores, esos seres «imprevisibles e imprescindibles».Ángela Molina, Clara Lago, Fernando Fernán Gómez, José Coronado, Ana Belén, Óscar Jaenada, Eduardo Noriega, Alfredo Landa… Éstos son algunos de los intérpretes que pasan por las páginas de A los actores, libro destinado a servir de referencia sobre la belleza y el mito del cine, que publicamos el mismo año en que Manuel Gutiérrez Aragón ha sido elegido miembro de la Real Academia Española.
Leo "A los actores", el libro que el director de cine y guionista Manuel Gutiérrez Aragón escribe en primera persona a modo de una crónica. Así, en esta obra, el autor, con referencias a numerosas obras literarias relativas al mundo del arte, a ensayistas, teóricos, cineastas, literatos y escritores, elabora un texto trascendente acerca del rodaje de sus películas ("Habla, mudita", “El corazón del bosque”, “Maravillas”, “Demonios en el jardín”, “La mitad del cielo”, “Todos estamos invitados”, “Una rosa de Francia”, la serie televisiva de Don Quijote y “La vida que te espera”), de las interpretaciones de José Luis López Vázquez, Ángela Molina, Fernando Fernán-Gómez y Oscar Jaenada, de la escuela de cine de la calle Monte Esquinza de Madrid, del desnudo en el cine, del cine como simulacro de la realidad, de la construcción psicológica de los personajes por los actores, de la técnica de la iluminación cinematográfica, de lo que se parecen el cine y la literatura, del encadenado, el fundido, el iris de cierre sobre las figuras, el plano/contraplano, los realizadores, los directores de montaje, los rituales y los medios técnicos. Este retrato se hace más denso y técnico en su última parte, cuando, tras explicarnos que hay dos clases de directores (los que consideran a los actores instrumentos a su alcance para expresar emociones y los que tienen pánico a los actores y los consideran como el factor más fastidioso en el mecanismo cinematográfico), se centra en analizar la importancia y el papel de los intérpretes en un film, explicándonos en qué consiste el procedimiento Kuleshov, cómo acertar con la naturalidad en el acercamiento a los personajes por parte de los actores, qué es la sobrenaturalidad, cuándo la fisicidad de los actores transparenta la trama y la historia, para qué se ocultan partes de la anatomía del actor como recurso y en qué consisten la brutalidad de los primeros planos, los contraplanos, los encuadres, el papel de la claqueta, la dirección actoral, los ensayos previos, el escenario y los bastidores. Contundente, técnico y reflexivo, de 6.