De entrada, cabe decir que no se debe juzgar al libro como un bloque. Conan Doyle tenía como intención crear un conjunto de relatos sobre crímenes reales en los que el buen hacer de las investigaciones llevó a su resolución. El problema es que después de los tres primeros cuentos, decidió abandonar el proyecto. Tras un siglo, se decide editar el libro, pero como era tan corto, sus editores incluyeron otros relatos periodísticos similares y lo cerraron con el inclasificable "Duelo en Francia", digno texto para cualquier historiador junto con el pésimo "Nueva luz sobre viejos crímenes" que deja en mal lugar al pobre Arthur, pues revela sus creencias espiritistas. Es decir, el libro empieza muy bien y acaba siendo un desastre por culpa de una mala selección de relatos.
De entrada, cabe decir que no se debe juzgar al libro como un bloque. Conan Doyle tenía como intención crear un conjunto de relatos sobre crímenes reales en los que el buen hacer de las investigaciones llevó a su resolución. El problema es que después de los tres primeros cuentos, decidió abandonar el proyecto. Tras un siglo, se decide editar el libro, pero como era tan corto, sus editores incluyeron otros relatos periodísticos similares y lo cerraron con el inclasificable "Duelo en Francia", digno texto para cualquier historiador junto con el pésimo "Nueva luz sobre viejos crímenes" que deja en mal lugar al pobre Arthur, pues revela sus creencias espiritistas. Es decir, el libro empieza muy bien y acaba siendo un desastre por culpa de una mala selección de relatos.