Resumen y sinopsis de Coerción, capital y los Estados europeos, 990-1990 de Charles Tilly
Para Charles Tilly (1929-2008), no cabe duda de que la guerra y la necesidad de procurarse los medios y recursos necesarios para llevarla a cabo, fue lo que llevó a la configuración del Estado. Este libro trata de las diferentes medios de que se fueron valiendo los Estados para arrancar esos recursos a unas sociedades en muchos casos renuentes y como ese mismo proceso fue haciendo unos Estados cada vez más fuertes hasta llegar a los Estados nacionales tal y como los conocemos en la actualidad.
Así, en el milenio que abarca la obra, los Estados habrían atravesado una serie de etapas de las cuales cada vez saldrían más reforzados de ese tira y afloja entre poder y sociedad para la obtención de recursos, y a través de las cuales el Estado iría extendiendo su ámbito de actuación y centralizándose, a la vez que diversificaba sus funciones para dar respuesta a las demandas de los diferentes sectores sociales que planteaban sus exigencias a cambio de su colaboración.
Por supuesto que no ha habido un único camino en este sentido, y Tilly plantea tres diferentes caminos recorridos por los Estados europeos. Estas trayectorias serían: La intensiva en coerción, la intensiva en capital y la trayectoria de coerción capitalizada. La primera, se daría en zonas con una pobre urbanización, como sería el caso de Polonia o Rusia, la segunda en zonas primordialmente urbanas como los países bajos y la tercera, la que finalmente llevaría al Estado nacional actual, que se dio en zonas mixtas como Francia o el Reino Unidos.
A través de estos diez siglos, los imperios, grandes recaudadores de tributos, así como las ciudades-estado o las federaciones, muy intensivas en capital, tuvieron que ir dejando paso a las naciones que se fueron construyendo en un equilibrio que a la postre resultó más eficiente y se fue imponiendo en el sistema europeo. Además los europeos extendieron el sistema de naciones por toda la tierra, siendo este sistema el que rige hoy día nuestra planeta, después de que tras la segunda guerra mundial y el proceso descolonizador, decenas de nuevas naciones se fueran añadiendo en diferentes oleadas a las ya existentes.
Termina Tilly su libro, con una reflexión sobre las dificultades que están teniendo las nuevas naciones del Tercer Mundo, para alcanzar el desarrollo de las democracias occidentales y el papel que los militares están jugando en esos lugares como retardantes del proceso democratizador con sus continuos golpes apoyados en muchas ocasiones por agentes externos. Y es que en el Tercer Mundo, a diferencia de Occidente, donde la fuerza militar ha quedado supeditada al poder civil, los ejércitos en muchas ocasiones pretender confundirse con el Estado mismo.
Ha participado en esta ficha: Almaga