Resumen y sinopsis de La joven que no podía leer de John Harding
Nueva Inglaterra, década de 1890. Un hombre que se presenta como el doctor John Shepherd llega a un apartado manicomio de mujeres para trabajar como ayudante del director de la institución, el doctor Morgan. Shepherd, que lucha por ocultar sus más oscuros secretos, no tarda en descubrir que el centro también guarda una buena cantidad de ellos: ¿quién es esa mujer que recorre los pasillos al caer la noche? ¿Por qué lo odia tan encarnizadamente la enfermera jefe? Y ¿por qué no le permiten visitar la última planta del hospital? Sorprendido por la dureza con que Morgan trata a sus pacientes e intrigado por una de ellas, Jane Dove —una joven amnésica que adora los libros pero no sabe leer—, Shepherd se embarcará en un arriesgado experimento para intentar ayudarla...
Un apasionante relato de intriga criminal que, mediante una habilidosa vuelta de tuerca, homenajea las narraciones más inquietantes de clásicos como Edgar Allan Poe, Henry James o Charlotte Brönte, manteniendo, con firmeza y hasta la última página, toda la tensión narrativa.
La contraportada insiste en que estamos ante un relato gótico "al más puro estilo" de las obras de grandes representantes de este género como Poe. Obviamente insultan al gran escritor estadounidense al comparar “La joven que no podía leer" con "La caída de la casa de Usher". En mi humilde opinión este libro es un desastre como novela gótica, aunque aceptable como novela negra.
El estilo de escribir de John Harding es bastante simple y repetitivo. Está lleno de enormes descripciones emocionales, que en el mejor de los casos se podrían resumir en dos líneas, y de hechos y escenas insustanciales que poco o nada aportan al lector.
Fracasa miserablemente a la hora de crear un ambiente opresivo y sobrecogedor, elemento clave en cualquier relato gótico que se precie, con independencia de la presencia o no de espectros.
Los personajes son un horror. Pésimamente construidos y peor desarrollados, casi no los conoces. Pero, a medida que avanza el libro eres capaz de comprenderlos todavía menos, de forma que sus acciones te parecen un sinsentido.
Al principio la historia parecía interesante, aunque no consigue atrapar del todo al lector y acaba desinflándose por completo cuando la historia comienza a progresar lentamente. Y luego están los "secretos" que no solo son pocos y casi obvios, si no que te los desvelan deprisa y corriendo en las últimas 60 páginas. El final puede pillar por sorpresa a todos esos lectores que no hayan estado muy atentos, pero viéndolo en retrospectiva es más que predecible e indudablemente abierto.
En definitiva, aunque este libro empieza bien, pronto se estanca. Es un libro muy mejorable en varios aspectos que hacen tediosa la lectura. Unos personajes más atractivos que junto con una descripción más profunda de la vida del manicomio y la explicación de la fobia del protagonista, habrían dotado de más profundidad psicológica haciéndolo verosímil y mucho más interesante.