Resumen y sinopsis de No me dejes (Ne me quitte pas) de Máximo Huerta
«Al señor Dominique Brulé le gusta llegar de noche a su establecimiento. Siempre cierra los ojos antes de encender las luces y abrir la persiana, se comunica en silencio con todas las plantas y les da un tiempo prudencial para que se coloquen porque imagina que han estado toda la noche mezclándose unas con otras y él espera a que vuelvan a estar en sus jarrones de agua limpia cuando da al interruptor. Nunca las pilla en movimiento, un día sucederá.Ha participado en esta ficha: amaya pujana levy
Segundo libro que leo del autor, y éste no lo he terminado. No me engancha, lo siento pero no puedo con él.
Tierno, amoroso, personajes que enamoran desde el principio....
Libro en el que aparecen personajes con su propia historia cada uno, y que saben confluir al final uniéndose con la única unión del cariño y el amor entre ellos.
No comparto todas las decisiones que toman algunos de los personajes, ya que cada cual es dueño de su vida pero en conjunto, encantador
Con este libro le daba la última oportunidad a Maxim Huerta. El anterior que leí "Una tienda en Paris" no me gustó. Este tampoco No me llega, no me engancha, algunas veces me parece hasta un poco tonto. Será culpa mía, pero ya no creo que vuelva a leer un libro de este autor.
No es necesario que tenga una trama complicada, la narrativa del libro, la exposición del interior de los personajes es genial, muy recomendable. No había leído nada del autor y me ha enganchado su escritura.
Leo "No me dejes (Ne me quitte pas)", el libro del televisivo Màxim Huerta quien, ya desde la dedicatoria, me presenta una obra totalmente pretenciosa (invoca a la memoria de Ana María Matute que, "me trajo la primavera") y que, si bien tiene una primera hoja atractiva (consigue de manera gráfica que veamos cómo la cámara se mueve siguiendo el vuelo de un pájaro sobre los tejados de París), está llena de sinsentidos (por ejemplo: si es el marido de Mercedes el que le ha abandonado, el narrador no puede decir " si había que huir de él, lo mejor era París"; o al presentarnos a una mujer no puede elucubrar: "Creo que está a punto de morir"; o escribir: "El viento de sus palabras movió las campanillas de la puerta. O fue un ángel"; o cuando después de vomitar por el embarazo, el dueño de la floristería da a Violeta una tarjeta para que se ponga un mensaje porque si lo escribe sucede; o cuando en el capítulo 4 el florista comienza barriendo la tienda pero en la línea siguiente el narrador dice que está tomando café con leche y pellizcando un cruasán; o cuando van a brindar y dice a la protagonista que deje la copa a un lado cuando no sabemos cuándo ni de dónde las han sacado,...). En fín, los personajes están muy mal caracterizados, el autor no tiene claro quien debe tomar la voz en la narración (salta del narrador en tercera persona a otorgar voz a cada uno de los personajes al albur, quienes llegan a dirigirse al lector o entablan diálogos con el narrador o es éste quien llega a encarase con el lector), las acciones están muy mal diseñadas (¿cómo puede poner " Y ese tren en el que viajaban Matilde y Violeta guardaba los secretos que no ha contado el narrador de esta historia", o "acercarse como un adolescente, que es cuando la vida te hace más flexible a las novedades"), dominan las frases ñoñas y titis ("Soy un analgésico con tanta hormona acumulada"; "un pañal níveo"; "Las flores ya te conocen. Y nosotros nos vamos conociendo. Dos mundos. Somos como dos ramos diferentes"; "Porque jamás nos conocemos del todo y morimos sin organizar una fiesta en la que todo el mundo decida ser como quiere"), los tópicos (una de la mujeres tiene un perro, otra un gato, todos los camareros son jóvenes y sonrientes, por seis veces toman café con cruasanes, todos los días en París son tristes) y las letras de novelas y de canciones francesas. Espero olvidar pronto esta acumulación de citas románticas de otras obras, llena de "presencias" y de observaciones triviales. De 0,5.
Es de esos libros que dejan huella y seguirás recordando y recomendando durante mucho tiempo. Su forma de escribir lo hace sencillamente precioso. Frases que te sacan una sonrisa y te hacen soñar o simplemente pensar. Personajes diferentes, con sus problemas, sus historias a cuestas pero tremendamente entrañables. Ambientado en París, y nadie mejor para describirlo que Màxim. Nos hace partícipes de la narración y de lo que piensa mientras escribe. Precioso de principio a fin. Sin duda, muy recomendable.