Resumen y sinopsis de Charles Dickens de Gilbert Keith Chesterton
Érase una vez un hombre prolífico como pocos con la pluma, moralista, cultivador del "nonsense", mordaz, paradójico, radical, juguetón, polemista infatigable, ferviente defensor de la familia, la iglesia y el pub y enemigo acérrimo de burócratas, hombres de negocios, políticos y filántropos, que fuera denostado por algunos (en términos poco literarios) y por muchos ensalzado (sobre todo en términos literarios). Aquel hombre constituía además una curiosidad por su portentosa corpulencia y por su conversión al catolicismo en un país, Inglaterra, donde hacerse de ese credo puede parecer, más en alguien como él, casi una provocación. Se llamaba Gilbert Keith Chesterton, G. K. C. para los amigos: toda una fábula. G. K. Chesterton (Londres 1874 - Beaconsfield 1936) fue un virtuoso del estilo que, con mayor o menor fortuna, tocó casi todos los géneros literarios, creando un universo que sorprende ante todo por su inmensidad: más de cien títulos, entre obras y recopilaciones de escritos dispersos.
El mejor libro de crítica literaria que he leído en mi vida. Antes de terminar siquiera su primer capítulo ya sabía que algo muy bello me esperaba. Como sucede con todo buen libro. Solo que este era el libro hacia el que todas mis lecturas previas se dirigían, y del que después parten. Es ese libro total que nadie busca, pero que se encuentra; y que constituye la más grande felicidad que la literatura puede "ministrarnos" (Borges usó también el verbo al referirse a la insuperable felicidad ministrada por la lectura en italiano de la Comedia dantesca). Para ser más específico diría que no fue un libro, sino sólo un par de párrafos. No los cito porque nada dirían a mi lector. Ese Charles Dickens y sobre todo el par de párrafos no son más que una afinidad. De Dickens no creo haber aprendido gran cosa por haber leído a Chesterton. Aunque yo no me hubiera atrevido a exponerlo con tanta lucidez y belleza, nadie, creo, necesita tampoco que se lo expongan. Para gustar de Dickens están sus novelas. Lo que hay en este libro es un ensayista, un hombre; un alma y un cuerpo. Su ética, su estética y su política no sólo de la literatura sino de la vida misma.
Elogio del escritor de los pobres, del más grande creador de personajes que ha dado la historia de la literatura inglesa y, tal vez, universal. El estilo de Chesterton es deslumbrante e inteligentísimo: la paradoja como punto de partida de todo razonamiento; la perspicacia de uno de los más grandes críticos al servicio de un propósito: darnos la medida exacta de la talla gigantesca de Dickens.