Resumen y sinopsis de Raúl Sendic. Por la huella de Artigas. de Daniel Chavarría
Raúl Sendic, descendiente de familia vasca, fue un hombre insólito, de azarosa trayectoria y final trágico. Su gesta significó un punto de inflexión para el norte pobre del Uruguay en la segunda mitad del siglo XX. Defendió hasta las últimas consecuencias a los trabajadores rurales, explotados por empresarios y terratenientes que violaban sin escrúpulos cualquier rudimento de derecho laboral. Incansable activista en diversos sindicatos, pasó a ser pieza clave del Movimiento de Liberación Nacional del país: los Tupamaros; por decreto gubernamental, los innombrables.Ha participado en esta ficha: elangelnegro
Ahora que es tan conocida la figura del recientemente expresidente de Uruguay Pepe Mújica (ha salido en los medios y se le considera un ejemplo de honestidad), vamos a recordar a otra figura de su país, Raúl Sendic. Compañero de luchas del primero en el movimiento Tupamaro, pero de una mayor importancia aunque menos conocido por estos lares.
Sobre figuras históricas comprometidas con los derechos de los oprimidos, podríamos hablar largo y tendido, y lo vamos a hacer. Cuando estos personajes se encumbran tanto (por méritos propios), que ya no pueden ser condenados al ostracismo y el olvido por parte de los poderes establecidos, es entonces cuando estos mismos poderes, disfrazados hoy en día de "democráticas maneras", se "sacan la foto" junto a ellos. Así podría ser el caso de conocidas figuras del siglo XX, como Gandi, Mandela, etc, que pasan de estar en las listas de los "malos-terroristas" a ser ejemplo de insulsa bondad. Como ejemplo diremos que al funeral de Mandela fueron todos los líderes mundiales que años atrás le querían ver muerto, y que le tenían en listas de "peligrosos terroristas".
Hay entre estos entrañables personajes, otros menos conocidos, como Pepe Mújica, que considerado un peligroso terrorista durante la mayor parte de su vida y haber chupado mucha cárcel y torturas, por pertenecer al movimiento Tupamaro, es considerado hoy en día por los propios poderes democráticos-capitalistas que lo perseguían como un ejemplo de humildad y decencia. Esa humildad y esa decencia de la que ellos carecen pero que desgraciadamente pueden comprar o fabricar.
De un personaje de estos, pero todavía menos conocido, y uraguayo también, nos habla Daniel Chavarría. Se trata de Raúl Sendic. El autor, también nacido en Uruguay, pero afincado en Cuba desde hace tiempo, nos presenta aquí una novela-biografía o biografía novelada sobre este "revolucionario" nacido en la primera parte del siglo XX, y que participó en los movimientos sindicales de la época en su país. Comprometido luchador por los derechos de los explotados trabajadores del "norte pobre" de Uruguay y por extensión de todo el Uruguay, fue un muy conocido líder de los "innombrables" (como por decreto denominaba la dictadura uruguaya al movimiento de los Tupamaros). En la llamada idílicamente "Suiza de sudamérica" existían y existen también abusos y explotación, y aunque sus movimientos emancipadores no han sido tan conocidos como los de otras partes del continente, también tuvieron su importancia y figuras conocidas.
Daniel Chavarría nos presenta esta historia recurriendo mas a lo ameno y a lo divertido que al desfile de datos biográficos aburridos. Así, conocemos al joven Sendic y como se instruye. Las lecturas tanto ligeras como profundas que asimila. Sus inicios en el bufete de abogados y su siempre tendencia a la defensa de los mas débiles frente al éxito personal. Su vida como abogado sindicalista. Su cada vez mayor implicación en la lucha, primero sindical y luego armada. El nacimiento del movimiento tupamaro (la Orga). La inteligente táctica de Sendic para llevar al corazón del conjunto del pueblo uruguayo el amor y el respeto por los "Tupas" y su lucha contra la dictadura. La aparición allá por el 69 de la sofisticación y refinamiento en el uso de la represión y la tortura por parte del ejército. El adiestramiento a oficiales del ejército en cursos de contrainsurgencia y tortura científica en Panamá y otras escuelas de la CIA.
Con el estilo al que nos tiene acostumbrados Daniel Chavarría en sus novelas, esa fina ironía al burlarse de las dictaduras, de los fascistas, de las democracias de mercado estilo USA y del intervencionismo yanqui en América, nos lleva por las aventuras de la lucha contra la dictadura uruguaya en los 60 y 70. Con humor nos describe las marchas civiles de los "peludos" (trabajadores explotados), pero también las acciones armadas sin ánimo de provocar víctimas, los robos de armas, los secuestros de caciques y hasta embajadores yanquis, las liberaciones de presas y presos de las cárceles.
En la, digamos la tercera parte de la novela, se pasa de la ilusionante y espectacular fuga en masa de la cárcel (al estilo de "La Gran Evasión", pero esto no es ficción), a los tiempos en que Sendic y otros conocidos dirigentes "tupas" (entre ellos Pepe Mújica) son detenidos. A Sendic le causan una horrible herida en la boca que le impide hablar, y entre horrores y humillación pasan casi una década en la cárcel. Para terminar, nos relatan los tiempos de la liberación (años 80), así como el triste final del protagonista de esta historia, que justo cuando se reponía ya de sus heridas en la boca y retomaba su actividad política (esta vez "presentándose" a las elecciones) es aquejado de una enfermedad degenerativa que se lo lleva por delante…