Resumen y sinopsis de Siete casas vacías de Samanta Schweblin
Las casas son siete, y están vacías. La narradora, según Rodrigo Fresán, es «una científica cuerda contemplando locos, o gente que está pensando seriamente en volverse loca». Y la cordura, como siempre, es superficial.La prosa afilada y precisa de Schweblin, su capacidad para crear atmósferas densas e inquietantes, y la estremecedora gama de sensaciones que recorren sus cuentos han hecho a este libro merecedor del IV Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero.
Leí Kentukis y me gustó, de ahí que me animara con este libro de relatos cortos. Lo más fascinante es la capacidad de la autora al hacer que uno como lector empiece y no deje de leer, estos cuentos atrapan y no defraudan.
Me ha desconcertado un poco este libro. No conocía a esta autora argentina, que ha escrito aquí siete cuentos muy desiguales. No se trata de cuentos tradicionales, algunos son muy extraños, absurdos, rozando lo fantástico, lo terrorífico o la ciencia ficción. Los que más me han llegado, “La respiración cavernaria” porque trata el tema del Alzheimer y “Un hombre sin suerte”, por ser el más tierno y dramático a la vez.
Una madre y una hija con la rara costumbre de invadir viviendas ajenas. Unos abuelos que desaparecen junto con sus nietos. La ropa de un hijo muerto en el jardín de al lado. Una vieja trastornada, que sigue meticulosamente sus propias reglas apuntadas en una lista. Una suegra, una nuera y el diminuto espacio personal que nos queda al perderlo todo. Una niña sin ropa interior y un desconocido que le ofrece llevarla de compras. Y finalmente, una mujer en bata que decide huir por un momento de un entorno opresivo, dejándose llevar por una leve sensación. Siete fábulas hiperrealistas, a medio camino entre lo cotidiano y lo inesperado, lo normal y lo anormal. El hogar, los objetos comunes en cualquier vivienda, tienen una relevancia particular, nada (por otra parte) más adecuado para comunicar un mundo siniestro con el que nos topamos sin irnos muy lejos... pues la soledad, la locura, el peso que deja la vida en forma de rupturas, incomunicación, fallecimientos de seres queridos, todo ello son manifestaciones de un cierto temor que tal vez llevamos en lo más íntimo, y de ello se alimenta una escritura sutil y nada tremendista, una sabiduría narrativa que lleva al lector de la mano sin caer en la obviedad o en el tópico.
No suelo leer libros de relatos pero la verdad es que este me ha resultado bastante agradable de leer. Está formado por diferentes historias que te arrastran a seguir leyendo y que te muestran unas personalidades muy peculiares que te sumergen plenamente en la historia. El relato que más me ha gustado ha sido "Respiración cavernaria"; me ha parecido brutal.
Primer libro que leo de esta autora, animada por el Premio Ribera del Duero para un libro de relatos. Y no decepciona en absoluto. Siete historias que te masticas por dentro, siete casas vacías en las que algo ocurre, algo raro o normal, depende de cómo queramos verlo. Una delicia para los amantes del relato, un libro magnífico.