Resumen y sinopsis de El abrecartas de Vicente Molina Foix
El abrecartas se inicia con las cartas que un amigo de infancia escribe en los años 1920 a Federico García Lorca, inspirador lejano de sus anhelos y sus sueños. A partir de ese primer episodio de una correspondencia quizá nunca 'correspondida', el lector seguirá el curso de lo que el propio Molina Foix llama 'novela en cartas', para señalar que no ha querido sumarse al ilustre género de la narrativa epistolar sino hacer un libro en el que cada capítulo, en principio independiente, acaba formando parte de un único argumento desarrollado a través de unos protagonistas que en lugar de hablarse se escriben.
El abrecartas en un libro de difícil catalogación. Aunque, en esencia, es una novela epistolar, pronto descubres que esa denominación se queda muy corta para todo lo que engloba. Hay algo más en las vidas anónimas que el autor describe, y que usa como medio para contarnos la historia contemporánea de España. Estamos ante una novela, que engancha por momentos, pero cuya lectura deja un poso agradable.
Es el primer libro que leo de Vicente Molina Foix, autor de esta obra, y tengo que reconocer que he quedado gratamente sorprendida. Foix es un buen escritor. Sin embargo, la estructura narrativa, en forma de cartas, desluce su buen hacer. Me explico. Al leer tantas cartas seguidas, el estilo de escritura tiende a unificarse, de tal manera, que parece que todas ellas están escritas por la misma persona, con diferencias nimias. Por el contrario, la calidad literaria del texto es enorme. La prosa puede variar de lo más vulgar a lo lírico en cuestión de páginas, el lenguaje, en ocasiones, puede resultar pomposo y pedante, y las descripciones (casi) brillan por su ausencia.
Al contener solo correspondencia, es complicado determinar de qué trata El abrecartas. Podríamos decir, que el autor utiliza el manido recurso de contar los grandes acontecimientos de la historia de España del siglo XX, utilizando personajes (reales o inventados) que vivieron en ese periodo, plagándolo, de paso, con múltiples referencias culturales, políticas y artísticas. Pero también podríamos describirla justamente al revés, es decir, como las vicisitudes de un conjunto de personajes que han sido derrotados por la vida, usando los sucesos de la historia solo como marco temporal y espacial de la trama. En cualquier caso, las historias se relacionan unas con otras, a veces de las formas más sorprendentes e inesperadas. Y, al ser una novela de cartas, no existe un final concreto. Pero el abierto y abrupto desenlace parece una forma un tanto chapucera de terminar.
En conclusión, El abrecartas, ha sido una lectura interesante y curiosa que permite profundizar un poco más en nuestro pasado reciente. Además recupera, aunque solo de forma literaria, el noble arte de escribir cartas. Algo más que olvidado en el mundo digital en el que vivimos…