Resumen y sinopsis de Nadie es perfecto de Joaquín Berges
Un divertidísimo vodevil que parodia las novelas inglesas de ambiente exclusivo y misterio.
En Kenwood Manor, una gran mansión en medio de la campiña inglesa, los Whirlpool dan una gran fiesta con invitados de diferentes procedencias. Entre ellos, un investigador privado, al que encargan un difícil e inesperado cometido: des entrañar quién es el heredero de la familia. En sus pesquisas pronto sabrá que no lo tiene fácil, pues descubre algunas aficiones secretas de los aristócratas ingleses, y que por la casa pululan más personajes excéntricos de los que esperaba: desde el abuelo enloquecido que se declara inocente de un supuesto crimen, hasta chicas y pretendientes cazadotes, así como un impertérrito mayordomo, Harrods, que no le quita ojo, digno heredero del mítico Jeeves de P.G. Wodehouse.
Leo el estrafalario y delicioso, "Nadie es perfecto" del aragonés Joaquín Berges, quien, con un divertido léxico (al que ha dotado -con gran maestría y brillantez- de dobles sentidos) hace converger en Kenwood Manor, una mansión de época "en la que se comía tan poco y tan mal" (como dice el protagonista principal), a una serie de personajes llamados Visa, Rhett Bull, Lady Whirlpool, Tomtom, Sam Sonite, Sony, Braun, Carrier, New Pol, Bizak, Ballantines, Dyc, Westinghouse, Sharp, Crolls, General Motors, Harrods, Schwpps, Speedo, Liebherr, Denon, Rowenta, Winston, Hootsein, Philips, Delsey y Candy, entre otros. Quizá sea la espiral narrativa absurda, desconcertante y caústica lo que ha llevado a su autor a homenajear con su título a Billy Wilder, quien en su comedia (cuyo argumento también comprende una sucesión de elementos de combinación improbable) "Con faldas y a lo loco", también empleaba como cierre dicha frase final. Inteligente y muy hábil en el engarce de las chaladuras y despropósitos, de 6,8.
Leo el estrafalario y delicioso, "Nadie es perfecto" del aragonés Joaquín Berges, quien, con un divertido léxico (al que ha dotado -con gran maestría y brillantez- de dobles sentidos) hace converger en Kenwood Manor, una mansión de época "en la que se comía tan poco y tan mal" (como dice el protagonista principal), a una serie de personajes llamados Visa, Rhett Bull, Lady Whirlpool, Tomtom, Sam Sonite, Sony, Braun, Carrier, New Pol, Bizak, Ballantines, Dyc, Westinghouse, Sharp, Crolls, General Motors, Harrods, Schwpps, Speedo, Liebherr, Denon, Rowenta, Winston, Hootsein, Philips, Delsey y Candy, entre otros. Quizá sea la espiral narrativa absurda, desconcertante y caústica lo que ha llevado a su autor a homenajear con su título a Billy Wilder, quien en su comedia (cuyo argumento también comprende una sucesión de elementos de combinación improbable) "Con faldas y a lo loco", también empleaba como cierre dicha frase final. Inteligente y muy hábil en el engarce de las chaladuras y despropósitos, de 6,8.