Resumen y sinopsis de Desfile de ciervos de Manuel Vicent
Tras las exitosas Aguirre, el magnífico y El azar de la mujer rubia, vuelve Manuel Vicent con la narración de los últimos veinte años de la historia de España a través del retrato de la familia real.En 1994 un renombrado artista recibe el encargo de pintar un retrato de la familia real. El cuadro, con las figuras abocetadas, permanece tapado durante veinte años en una sala de palacio. ¿Qué aparecerá en él cuando finalmente se levanten las sábanas que lo cubren?
Al contrario que en el mito de Dorian Gray, en el cuadro los personajes podrán contemplarse tal como eran antes de que nuestros sueñosfueran derrotados. Pero durante ese tiempo la vida ha transcurrido fuera del cuadro, ha devastado las figuras reales y ha incorporado al fondo del paisaje culpas y renuncias, fracasos y errores, corrupción y crímenes, y también historias de amor más allá de la muerte, terminando por su cuenta la obra después de veinte años.
Superados los terrores del segundo milenio, el retrato de la familia real muestra cómo la realidad ha llenado de sombras aquellos sueños que parecía que no iban a corromperse nunca.
Es un libro entretenido en el que se repasan con mordaz ironía las vergüenzas y escándalos de la España en democracia. No queda títere sin cabeza.
Confusa y fragmentada, Desfile de ciervos, es una de esas novelas que al centrar toda su atención en los detalles y nunca mostrarte la visión completa, no resulta un lectura plenamente satisfactoria.
Aunque es el primer libro de Manuel Vicent que leo, me ha encantado su forma y estilo de escritura. Está escrito de manera sencilla, fluida y, a veces, llena de tintes líricos que aportan belleza al grupo. Vicent aporta una visión periodística al explicar de forma amena y clara todos los acontecimientos importantes que han transcurrido en los últimos 20 años. Pero, y al mismo tiempo, junto a esta visión real aparece una fantástica, a través de algunas historias producto de la mente del autor y, que alivian un poco la tensión dramática entre tanta descripción de la nefasta realidad. Y sin embargo, el conjunto se hace pesado la mayoría de las veces.
En la historia y sus conexiones ( o ausencia de ellas) es donde radica el problema del libro. No hay una historia si no múltiples cuyo único nexo común es la cronología. De forma general, podemos dividirlo en dos partes mezcladas a lo largo del libro. La primera parte tendría que ver con la elaboración del retrato paralela a la biografía parcial de los miembros de la familia real. La segunda parte está formada por un batiburrillo de relatos que no parecen tener mucho en común. Como se relacionan las dos partes es un misterio, a medias explicado con la inclusión de Dorian Grey y su famoso cuadro. Sin duda esto último conforma el elemento surrealista de la novela.
En definitiva, Desfile de ciervos es un libro magníficamente escrito, que cuenta nuestra historia más reciente de forma brillante, pero que se pierde en el jardín de la fantasía para nunca salir de allí.
Leo "Desfile de ciervos", el último libro de Manuel Vicent quien, con un manejo experto del lenguaje, toma como punto de partida el cuadro de la familia real que, el 9 de julio de 1994, se encargó pintar en el Palacio de Oriente a un pintor muy conocido. Así, a través de este escenario de ficción, mientras la corrupción y la codicia "vienen incubando el huevo de la serpiente" y la familia real soporta la decadencia y el descrédito, el escritor elabora una novela muy entretenida en la que, con mucha mala leche, ironía, dobles sentidos, metáforas crueles y muchos augurios, habla de D. Juan Carlos (del que dice que su simpatía personal significaba un valor de cambio a la hora de mediar entre las pasiones políticas, aunar voluntades y cerrar tratos con los jefes de Arabia), de D. Felipe (lo identifica con un venado de 14 puntas), del Sr. Marichalar, del Sr. Urdangarín y su familia, de Jordi Pujol, de Pasqual Maragall, de Aznar, del cambio del milenio, del golpe de estado de Tejero, de la caída de las Torres Gemelas, de los terroristas suicidas, de Irak, del 11 S, de Zapatero, del 15 M, de Charo López, Mónica Molina, Ana Belén, Carmen Maura, Emma Suárez, Penélope Cruz, Adriadna Gil y Maribel Verdú. A través de una narrativa impecable, disfruto de una desencantada crónica periodística novelada, caústica, mordaz y crítica. De 6,5.
Con su mordaz e incisivo estilo, Vicent nos relata los casi siempre penosos acontecimientos acaecidos en España desde que Antonio López empezara a pintar el retrato de la familia real hasta que lo presentó en sociedad (de 1994 a 2014).
Me ha gustado especialmente la anécdota en la la que M. V. dice que Letizia aún no sabe respirar a través de las branquias como el resto de "peces" con los que ahora comparte vida.