Resumen y sinopsis de La Ciudad de la Memoria de Santiago Álvarez
Berta Valero, una universitaria ingenua y con apuros económicos, comienza a trabajar casi por azar en la agencia de investigación que regenta un extravagante personaje. Mejías es un detective privado, inconformista y audaz, que se conduce como Humphrey Bogart en un mundo que cambia demasiado deprisa. Juntos indagarán un extraño caso que involucra al muy poderoso clan familiar de los Dugo-Escrich, propietario del mayor grupo constructor valenciano, y cuyas raíces se hunden en un pasado lleno de secretos que todos parecen -o aparentan- desconocer. Mejías desoye las voces que tratan de apartarle del asunto y encadenará situaciones geniales, descabelladas y peligrosas hasta que, finalmente, la caja del tiempo se remueva con el estruendo de una losa mortuoria.Ha participado en esta ficha: samucga
Agradable sorpresa con esta historia. El autor nos presenta a un detective privado que tiene una personalidad antisocial tan acusada que al final hasta cae bien al lector. Por otro lado, tenemos a una estudiante que para ayudarse en sus estudios decide aceptar la oferta de trabajo que ofrece el detective.
La chica, dulce e inocente, se verá envuelta en mil y una peripecias por la forma de llevar sus asuntos el jefe Mejías.
Ambos tendrán sus más y sus menos, pero deberán sumar esfuerzos para resolver un gran caso que le llega a Mejías.
Por momentos hilarante, con diálogos ocurrentes y graciosos, la lectura se hace muy llevadera.
Promete continuación, estaremos atentos.
Pese a haber leído algo de Dashiell Hammet, de John Le Carré, Vazquez Moltalban, Andrea Camilleri y algunos más, no es ésta la opinión de un experto en el género.
Si que diré sin embargo, que no creo que ninguno de los que sí se consideren pertenecientes en esa élite se sentirá decepcionado de leer esta novela.
Tiene gancho, ritmo, encanto, trabajo, humor y el guión con los ingredientes que uno espera encontrar en novela de género negro que se precie, con sospechosos, líos, aventuras, riesgos, giros argumentales y protagonistas que saben ganarse tu cariño.
Es negra, pero dista de moverse entre los tonos grises de la vieja tele Westinghouse de su protagonista, sino que está coloreada con los tonos mediterráneos de la Valencia en la que transcurre y de la modernidad con la que puede escribirse novela negra hoy en día con frescura.
Si hoy existiera un nuevo Bogart, no creo que le importara interpretar a Mejías, el detective de Santiago Alvarez.