Resumen y sinopsis de El tren de los huérfanos de Christina Baker Kline
Entre 1854 y 1929, los llamados trenes de huérfanos partieron regularmente de las ciudades de la Costa Este de Estados Unidos hacia las tierras de labranza del Medio Oeste, llevando miles de niños abandonados cuyos destinos quedarían determinados por la fortuna o el azar. ¿Serían adoptados por una familia amable y afectuosa, o se enfrentarían a una adolescencia de trabajo duro y servidumbre?
La inmigrante irlandesa Vivian Daly fue uno de esos niños, enviada por ferrocarril desde Nueva York hacia un futuro incierto a un mundo de distancia. Ahora, muchas décadas más tarde, Vivian es una anciana que lleva una vida tranquila y apacible en la costa de Maine, y los acontecimientos de su infancia se han convertido en un recuerdo vago. Sin embargo, en arcones de su desván se ocultan vestigios de un pasado turbulento.
Molly Ayer, una joven de diecisiete años, sabe que cumplir con un servicio a la comunidad ayudando a una anciana viuda a ordenar sus trastos es lo único que puede salvarla de terminar en un centro de menores. Pero a medida que Molly ayuda a Vivian a revisar sus recuerdos y posesiones, descubre que ambas tienen mucho en común. Molly, una india Penobscot que ha pasado su adolescencia entrando y saliendo de casas de acogida, también ha sido educada por desconocidos y tiene preguntas sobre su pasado de las que aún no ha obtenido respuesta.
El tren de los huérfanos es una novela sobresaliente que, gracias al boca a boca y las recomendaciones de los libreros, se convirtió en best seller en Estados Unidos y todavía se mantiene entre los libros más vendidos. Ha sido traducida al alemán, el italiano, el portugués y el polaco.
Novela que recoge dos historias similares en épocas diferentes, pero con un fondo común: la de Molly y la de Niahm. Magníficamente escrita, muy emotiva y que me mantuvo enganchada desde el primer momento.
¡Me encantó este libro! Me pareció magnífico en todos los sentidos: lo bien escrito que está, su cuidadosa documentación, su argumento tan original, sus personajes tan bien dibujados, los sentimientos que transmite. Con una prosa sencilla y un estilo impecable, la novelista nos cuenta una entrañable historia: dos mujeres que a simple vista no tienen nada en común convergen en un momento de sus vidas y aprenden que no importa la raza, ni la edad, ni la condición económica, para que dos personas se identifiquen plenamente una con otra, mientras van descubriendo en las circunstancias de sus vidas hilos que las atan más fuerte que cualquier lazo familiar.
La novela recoge dos historias que transcurren en paralelo, la de Molly, una muchacha que en nuestros días pasa de hogar de acogida en hogar de acogida, y la de Niamh, una niña que, al quedarse huérfana en los años treinta, acaba viajando en un tren, con otros niños en su misma situación, desde Nueva York hasta el medio oeste americano, en busca de familias de acogida. Algunos de aquellos niños serían adoptados, otros utilizados como mano de obra barata a cambio de alojamiento... Ambas historias se entrecruzan en el tiempo presente, cuando Molly debe realizar unas horas de trabajo social en la casa de Vivian, una anciana que quiere limpiar su desván.
Ambas líneas argumentales me han tenido enganchada, pero la de 1930 me ha enamorado. La historia de superación y coraje de Niamh es de las que se recuerda largo tiempo después de haber cerrado el libro. De alguna manera, la trama de Molly contribuye a rebajar la carga emocional de otra trama. Y es que la vida de Niamh está llena de sucesos duros, pero la narración no se recrea en ellos sino más bien en el coraje de la joven para salir adelante. Una historia de superación, emotiva y muy interesante, basada en el hecho real de la existencia de esos trenes.
Nos muestra una parte de la historia poco conocida, huérfanos llevados en tren hacía el oeste para ser "adoptados". Historia que engancha.
Muy buen libro, muy entretenido cómo cuenta esta etapa de la historia de Estados Unidos.
Aunque el trasfondo de la historia es duro, se cuenta de manera que deja entrever el sufrimiento sin ser excesivamente doloroso para el lector.
La novela engancha sin que te des cuenta. Narra la historia de dos mujeres que han vivido épocas muy diferentes pero que tienen mucho en común.
Un libro cuya historia llega al fondo del corazón que, narra la peripecia vital de una niña huérfana irlandesa de principios de siglo XX a la par que otro relato de otra niña huérfana pero del siglo XXI. Ambas tienen un fondo común de desarraigo, soledad y pobreza y, como no puede ser de otra manera, coincidirán en vida para comprenderse la una a la otra. Por cierto, me recordó a "El último refugio" de Tracy Chevalier.
No sé porque pero mientras leía este libro me acordaba una y otra vez de otro libro, Criada y Señoras, pero me acordaba para mal, porque Criada y Señoras es un libro que merece la pena leer y son de los que se quedan contigo durante mucho tiempo (y eso dice mucho de sí te ha gustado o no) y este libro dentro de dos días lo habré olvidado seguro.
Es entretenido, fácil de leer pero en ningún momento me ha enganchado, por lo que no lo recomiendo, aunque haya sido uno de esos libros que el boca a boca a conseguido convertirlo en conocido. Menos mal que no ha dependido de mi.
Lo dicho, un libro más.
Me ha gustado mucho esta historia con protagonistas femeninas, en diferentes épocas y entrecruzadas en el presente. Temática dura pero no lacrimógena. De fácil lectura, se lee de un tirón. Muy recomendable.
Este libro toca un tema muy interesante, el dolor y la soledad que viven aquellos que no cuentan con la protección y el amor de sus padres. Y la escritora se vale de dos historias paralelas, en diferentes épocas, resaltando que el sufrimiento es el mismo. Además se refleja un análisis criticó a los sistemas de hogares de acogida y la falta de sensibilidad e indiferencia de la sociedad ante estos menores.
Muy bien narrada, lo que hace que se lea con gusto, dejando siempre el factor misterio latente. Lo recomiendo.v