Resumen y sinopsis de Órdenes sagradas de Benjamin Black
La nueva novela de John Banville/Benjamin Black, Premio Príncipe de Asturias de las Letras.
El Dublín de los 50 resulta tan protagonista de Órdenes sagradas como el eterno bebedor Quirke, un patólogo que —tal y como afirma su hija Phoebe— es incapaz de resistirse a la tentación de jugar a los detectives. También ella es la gran protagonista de esta novela, que arranca con su amigo, el peculiar reportero Jimmy Minor, sobre la mesa de autopsias.
Con una pluma fina, pero un avance lento, esta novela me ha defraudado un tanto. La empecé a leer pesando en la maestría literaria de su autor, pero me ha dejado un poso simple. ¿Tendré que leerme otra mejor?
Sorprendente novela negra, no tanto por la trama como por el pulcro y elegante estilo con que está escrita. No suele ser habitual un lenguaje y una sintaxis tan cuidada en este subgénero de la literatura. Digna obra de un autor que parece esconderse cuando afronta este tipo de obra.
Cerrar esta novela me sumió en contradicciones. La adquirí pensando que me encontraría con una novela negra y en su lugar dí con una muestra de prosa llena de elegancia y profundidad en la que el crimen no es más que una mera excusa para introducirnos en un viaje que nos obliga a ahondar en la descalabrada psique del protagonista que transita a través de lluviosos, desoladores y vívidos entornos del Dublín de los años cincuenta. Y es mejor verla a través de ese lente y apreciar el talento del autor, porque si buscamos virtudes desde la óptica del género en el que supuestamente se enmarca, se puede tener dificultades a la hora de emitir un juicio. Como ya dije, el crimen no dista de ser una mera excusa que permite dar comienzo a la narración y a final de cuentas, la escasa investigación presente se desarrolla de manera aislada y como otro vehículo que permite ahondar en la compleja personalidad de su atormentado protagonista. Por no mencionar ese final a ratos predecible, a ratos insuficiente... pero como ya mencioné al comienzo, es imposible pasar por alto la calidad de su autor y su magnética prosa que no te suelta hasta el final.