Resumen y sinopsis de El mundo de la Antigüedad Tardía de Peter Brown
Este extraordinario estudio sobre los cambios culturales y sociales en la Antigüedad Tardía (aproximadamente desde el año 150 hasta el 750 d. C.) explica cómo y por qué aquel periodo supone un distanciamiento de la «civilización clásica». El autor demuestra que esta fue la época en que se produjo la irremisible desaparición de la mayoría de las instituciones antiguas más arraigadas: en el año 476, el Imperio Romano había desaparecido por completo en la Europa occidental, y en el año 655 el Imperio Persa había desaparecido por completo de Oriente Medio. Brown examina estos cambios, y las reacciones de los hombres que los vivieron, y muestra que aquel periodo fue también una época de señalados comienzos. El resultado es una respuesta lúcida a una pregunta crucial en la historia mundial: ¿Cómo es posible que un mundo tan excepcionalmente homogéneo como la civilización mediterránea del año 200 d. C. se dividiera en tres sociedades: la Europa occidental católica, el Imperio bizantino y el islam, que vivieron mutuamente enfrentadas durante la Edad Media?
La llamada antigüedad tardía es un período histórico a medio camino entre el mundo clásico y la edad media, entre un imperio romano que da sus últimos coletazos y las nuevas estructuras políticas que surgen en Europa con las invasiones bárbaras. Es además un período de transformaciones sociales, culturales, religiosas, que tiene como colofón el surgimiento del islam en la península arábiga. Sin lugar a dudas, una época trascendental y decisiva en la historia humana, de la cual nos faltan referencias, y hasta hace poco, mal comprendida. Con este libro, Peter Brown está bastante lejos (creo yo) de elaborar algo parecido a una síntesis ordenada sobre la antigüedad tardía; por el contrario, estamos ante un ensayo de carácter más bien literario, donde el importante investigador reflexiona libremente sobre los acontecimientos más relevantes del período, desplegando una enorme erudición y haciendo referencia a personajes, arte, literatura... exige, por lo tanto, cierto conocimiento del tema (del cual yo carezco) y no es lo más adecuado como introducción. Eso sí, la prosa de este señor es tan exquisita, de frases tan redondas y nada pedantes, que la simple lectura me ha resultado un placer.