Resumen y sinopsis de El año que duró dos segundos de Rachel Joyce
La segunda novela de Rachel Joyce, autora de El insólito peregrinaje de Harold Fry, es una obra igualmente personal y singular, en este caso sobre una serie de vidas rotas a causa de una distracción de dos segundos. Ha sido recibida con elogios de la crítica y el favor del público, sobre todo en Gran Bretaña y Alemania, y se publicará en más de veinte países.
Inglaterra, 1972. Byron Hemmings tiene once años y discute con su amigo James sobre el inminente ajuste del reloj mundial al movimiento del planeta, que resultará en la adición de dos segundos. ¿Qué cabe en esa fracción de tiempo? ¿Puede afectar a todo lo que hasta entonces ha sido perfecto? ¿Puede entonces también cambiar su brillante futuro, la inexorable exactitud que gobierna su vida y la de su familia? Quizá sí porque, justo cuando el segundero se detiene, la madre de Byron atropella a una niña en bicicleta con su flamante Jaguar, en su apresurada carrera para llevar a los niños a su exclusivo colegio. El accidente tendrá consecuencias en las vidas de todos los implicados. En otro tiempo y otro lugar, el solitario Jim, que trabaja en una cafetería y vive en una caravana, está, de algún modo, misteriosamente conectado con Byron y esos dos fatídicos segundos.
Rachel Joyce hace avanzar el relato con mano maestra, iluminando los rincones más oscuros de las vidas de los personajes en busca de la verdad emocional, hasta culminar en un sorprendente y satisfactorio desenlace que une los dos hilos argumentales. El año que duró dos segundos es una obra original y profundamente personal, en la que Joyce explora con compasión los fracasos de los adultos y los miedos de los niños.