Resumen y sinopsis de Miau de Benito Pérez Galdós
En la obra "Miau", el escritor Benito Pérez Galdós quiere vincular y vincula la ficción de la novela a la realidad histórica de los dos momentos en que el relato transcurre y en que la novela se escribe, la España de la Restauración en dos etapas y situaciones muy diferentes: la romántica y llena de esperanzas de una España Moderna, recién casado Alfonso XII con su prima María de las Mercedes, y la de la desesperación general, en un mundo cerrado en sí mismo con los turnos en el gobierno de Cánovas y Sagasta, que se produce a la muerte del rey.
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Este libro ha superado mis expectativas. Me lo esperaba más denso, pero hay que reconocer que la prosa de Galdós es comprensible a la vez que rica. Asistimos a una crítica total de la sociedad madrileña de finales del siglo XIX, a través de una familia burguesa venida a menos. Así, las apariencias y el despilfarro han conducido a la miseria a una familia próspera en el pasado. Lo mejor, los diálogos que el niño mantiene con Dios. Impagables. Lo peor, la cansina búsqueda de trabajo por parte del abuelo.
Buena pero una de las obras menores de Galdós con un final que se intuye a mitad de la obra.
Leyendo esta novela, pienso y recreo la situación de penuria de muchas personas, lo cual quiere decir que lo que se cuenta en ella es universal. Un hombre se queda sin su trabajo de funcionario por un cambio de gobierno y a pesar de que se pasea de despacho en despacho, sólo recogiendo promesas de una futura colocación, su situación no mejora. Corrupción política, miseria, dedismo, paro, ¿nos suena? De todo ello se hacía eco Galdós hace 130 años.
Retrato de la sociedad española de la restauración, que se centra en el mundo de los trabajadores de la administración y de los funcionarios del estado, un mundo descrito en términos cercanos a cierto “darwinismo” social, donde sólo medran los más espabilados y es la gente íntegra y honrada la que lleva las de perder, los que acaban siendo devorados por una sociedad corrompida y dominada por la injusta, que necesita de alguna manera cambiar. Leyendo esta novela no queda la menor duda de que Galdós es una de las mejores plumas que ha dado la literatura española: su sentido de la ironía es inigualable, así como la espontaneidad y al mismo tiempo elaboración de su estilo, con el que dibuja psicologías y capta con notable realismo ambientes de todo tipo y personajes cercanos a lo esperpéntico, esa mediocre clase media preocupada siempre por las apariencias, y aquellos cuyo objetivo es sobrevivir día a día. A destacar el cómo utiliza también recursos típicos de la novela folletinesca y sentimental en situaciones que son como una parodia de ella, así como la mirada infantil del personaje del niño, ingenua y entrañable, que sirve como contrapunto a las difíciles vicisitudes por las que pasan los personajes que le rodean.
Está muy bien.
Es una novela bien escrita, retrata a la España de la época con personajes creíbles. Lo leí de niña, no me aburrió, Galdós fue un excelente cronista.
Un libro que habla totalmente de la realidad: Mala política y un sin fin de mamarrachadas de la vida cotidiana
Buen retrato social del Madrid de finales del XIX. Crítica social y política muy dura y pesimista y que anticipa con ciertas dosis de clarividencia el desastre del 98. Muy buena la caracterización psicológica de los personajes, pero más pobre en la cuestión física y de los ambientes. La trama es un poco simple y previsible. Obra típica del realismo pero con inclinaciones hacia el esperpento.
Libro muy representante del realismo español, una trama dura, personajes toscos, cerrados, que lucharán por mantener la apariencia en la sociedad, donde la hipocresía es el principal factor en el que se deselvuelve la novela. Puede llegar a resultar pesada en muchos momentos. La recomiendo si te gusta el realismo y en especial Benito Pérez Galdós.