Resumen y sinopsis de Tríptico de la infamia de Pablo Montoya
Tríptico de la infamia relata las complejas relaciones entre el Viejo y el Nuevo Continente en los primeros años de vida de América, con el convulsionado siglo XVI como telón de fondo.
Tres pintores europeos narran la historia. Jacques Le Moyne, cartógrafo y pintor de Diepa; François Dubois, pintor de Amiens, y Théodore de Bry, grabador de Lieja, se enfrentan por distintos caminos a la fascinación del mundo recién descubierto pero también al exterminio y el despojo que, en nombre de la religión, se llevan a cabo a ambos lados del Atlántico. Son, cada uno a su manera, testigos, beneficiarios y víctimas de las grandezas e iniquidades de su tiempo, y de ello dan cuenta con las herramientas de su oficio.
Con una prosa de gran factura y una sorprendente capacidad para dar materialidad al relato, Pablo Montoya logra sumergir al lector en una época de grandes cambios, polémicas y descubrimientos. Y recuerda, con testimonios asombrosos, los horrores de la Conquista y de las guerras religiosas que marcaron el destino de tantos hombres.
Un libro que una vez más nos muestra la infamia que se cometió contra los nativos de estas tierras por los llamados "nuestros descubridores". Fácil de leer y bastante entretenido, vale la pena.
"Tríptico de la infamia", es una novela histórica con tres partes; cada parte involucra a un personaje diferente, pero que tienen en común de haber sido más o menos contemporáneos, haber sido todos protestantes y ser buenos artistas de su tiempo (dos pintores y un grabador).
El estilo y el género literarios de cada capítulo es diferente. Así, el capítulo dedicado a Jacques Le Moyne tiene un típico tratamiento de Crónica de Indias con un narrador omnisciente. El capítulo sobre François Dubois es una larga melopea humanista desde Ginebra, años después de su huída a ésa desde Paris después de la matanza de San Bartolomeo. Y la parte dedicada a Theodore de Bry es una narración polifónica donde el propio autor se inserta.
Aunque reconozco que el tema de este libro es interesante, que el punto de vista del escritor Montoya es apasionante, que la novela está muy bien escrita con un rico vocabulario, que la parte histórica está ampliamente documentada, que el lector se cuestiona sobre el tema, yo me aburrí por momentos y no tengo muy claro el porqué.
La manera de abordar la historia de este escritor es novedosa, para nada aburrida y por lo contrario muy ilustrativa. Tres historias, tres personajes, que coinciden en los hechos que rodearon el descubrimiento del Nuevo Mundo y el choque de culturas, en la que los indígenas definitivamente fueron las principales víctimas. Pero por otra parte otro choque se da y es el de las religiones, el poder de la mayoría sobre las minorías, la iglesia Católica en contra de los protestantes, quienes en un momento de la historia fueron aniquilados. El final es un poco difícil debido a los múltiples actores de la historia que aparecen, pero es un libro muy bien escrito y un trabajo bien hecho, que hace ameno aprender de la historia.
Esta obra es genial. Está sustentada en una minuciosa investigación histórica sobre el proceso colonizador llevado a cabo por los europeos en América. No se enfoca en los datos más conocidos y trillados, sino que se concentra en la relación que este proceso histórico, especialmente en el siglo XVI, tuvo con el desarrollo de la cosmovisión del arte que heredamos. Recomiendo mucho esta obra, no solo porque el autor es un excelente escritor y docente, como he comprobado asistiendo a sus clases, sino porque su dimensión crítica es muy apreciable. Lo único negativo que tengo para decir es que los diálogos de los personajes están pobremente ambientados según las costumbres del idioma de la época, por lo que no reflejan una conversación del siglo XVI, ni siquiera una vaga imitación. Pero los problemas de estilo no van de ninguna manera en detrimento de la calidad.