Resumen y sinopsis de La Escondida, una revolución entre cañas de azucar. de Pello Guerra Viscarret
Año 1905. Marcelino Guinea y Antonia López de Arana se trasladan con sus hijas a México para trabajar en la Casa Aguirre, el imperio económico fundado por una familia vizcaína a mediados del siglo XIX en la costa occidental del país azteca. Los Guinea y otros vascos emigrados a Tepic, capital de Nayarit, se empiezan a ganar la vida en La Escondida, una plantación de caña de azúcar que pocos años más tarde se ve amenazada por las convulsiones derivadas de la Revolución mexicana, las luchas agraristas por la propiedad de la tierra y el surgimiento del movimiento obrero. Una época al filo de la muerte, que puede acabar con la forma de vida de estos vascos que han conseguido labrarse al otro lado del Atlántico e, incluso, con su propia existencia.A partir de la información recopilada por descendientes de los protagonistas de esta aventura, el autor ha ensamblado un intenso relato con tintes costumbristas que pretende homenajear a todas las personas que entonces y ahora se ven obligadas a ganarse el sustento lejos de su hogar.
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Desde un curioso trabajo encargado por descendientes de la familia que aquí se retrata, Pello Guerra aparta su habitual temática relacionada con la negada historia del Reino de Navarra y nos sumerge en este relato biográfico novelado y de tintes costumbristas, esta vez ambientado en el Méjico revolucionario de principios del siglo XX. Se trata de una familia vasca que, huyendo de la miseria social de las zonas industriales de la Euskal Herria de la época, se embarca en la aventura de buscar fortuna en México trabajando para una empresa vasca que realiza allí su particular acumulación de capital como tantas otras. Los protagonistas se acaban viendo metidos en una situación incómoda para su propia ética; por un lado comprenden las razones que llevan a las clases populares locales a luchar por sus derechos en la Revolución, ya que ellos mismos huyeron de su tierra por los mismos motivos de precariedad, y por otro lado se encuentran trabajando para los mismos intereses capitalistas contra los que de alguna manera luchan los revolucionarios.