Resumen y sinopsis de Un otoño romano de Javier Reverte
Utilizando la forma de diario, como hicieron Goethe o Stendhal y muchos otros escritores que han visitado y escrito sobre Roma, Javier Reverte nos ofrece en estas páginas su visión de «la ciudad de las ciudades. En su estilo inimitable, mezclando pasión, cultura, historia, poesía, humor y ternura, el escritor traza un retrato de la Ciudad Eterna que, sin duda, figurará a partir de ahora entre los grandes libros escritos sobre ella.
Cierro los ojos: intento imaginar una noche festiva en este Coliseo, con las hogueras ardiendo junto a los templos y los cantos que celebran a los dioses. O los días luminosos en que los emperadores regresan de las batallas triunfales y desfilan con sus legiones bajo los arcos, entre el clamor del pueblo. Antes del nacimiento de Nueva York, el ser humano no había emprendido una tarea urbana tan colosal y ambiciosa como fue la construcción de Roma. Y ahí quedan sus rastros. Javier Reverte
Escrito en forma de diario, lectura sencilla, me gusta Javier Reverte, pero el interés y atractivo de este libro queda lejos del que me despertaron los de los ríos o de África. Como es habitual, busca lugares relacionados con escritores y literatura, y en esta ocasión, también aparecen habitualmente el arte, la historia, la política italiana y el Vaticano, como no podía ser de otra manera. Lo ley durante un viaje de turismo a Roma y aproveché alguna recomendación, disfruté especialmente alguna anécdota y agradecí alguna curiosidad que nos contaba, pero poco más. El tiempo no pasa en balde y echo de menos esa intensidad de libros anteriores y esas dosis de aventura limitada que transmitían.
Puede que Reverte no escriba con demasiado lirismo, pero el libro hace que te enamores de Roma y que estés deseando visitarla y hacer el mismo itinerario que el autor. Resulta ameno y se puede utilizar como una estupenda guía de viaje. Reverte recorre algunas zonas menos conocidas, se encuentra con personajes interesantes y va citando las obras de grandes escritores que, como él, vivieron en la Ciudad Eterna y escribieron sobre ella.
Reverte al igual que el buen vino mejora con la edad. Y no es que sus principios fueran malos, pero a cada libro posterior que escribe se supera.
Aquí nos ofrece una cómoda visita a la Ciudad Eterna que podemos disfrutar desde nuestros hogares, con anécdotas y datos que hacen más ameno el libro. Quizá para un lector religioso en la fe cristiana se sienta defraudado, pues como suele ser en su bibliografía Reverte no escatima críticas a esta religión, y en Roma estando...
Mucho más flojito que sus otros libros de viajes. No tiene nada que ver. No enamora y eso que me encanta el escritor y me encanta la ciudad, pero es prescindible.
Sin ser el mejor de Reverte es un libro de viajes entretenido que hace recordar la estancia en Roma para muchos viajeros que han recorrido sus calles, plazas y monumentos. Las últimas páginas sobran, pues se reducen a descripción de estados meteorológicos y visitas fugaces a otras ciudades un poco de manera precipitada (Venecia, Pisa).
Tres meses vivió en la Academia de España en la Ciudad Eterna el escritor para realizar este libro, y menudos tres meses...
Me dedicó el libro en la Feria del Libro de Madrid y ya noté su pasión por Roma y lo enamorado que está de esa ciudad en los comentarios que me hizo.
Libro con anécdotas y curiosidades y muchos datos de la capital de Italia, de su historia, sus Papas, sus rincones, sus gatos, sus restaurantes, "el cariño" que nos tienen algunos italianos a los españoles, "las tasas" en el tranvía y el autobús en definitiva, muy entretenida su lectura y didáctica, si conoces la ciudad te va a encantar, si no la conoces, desearás hacerlo.
Dicho esto, no es ni mucho menos, el mejor Javier Reverte el de este libro.
Este fue el último libro que leí en 2014 y una vez acabado me alegré de que pusiera el broche final al año. Roma (o más bien Italia entera) me encanta y mientras leía me parecía estar acompañando al autor en sus paseos escuchando sus anécdotas y curiosidades.
Recomendable si conoces la ciudad y la adoras pero mucho más si no la conoces y tienes intención de hacerlo.
Cuando me regalaron este libro de Reverte, de título tan evocador, pensé: "Reverte escribiendo sobre Roma en otoño, qué maravilla..." Para quienes amamos la Ciudad Eterna y hemos leído a Reverte en otras narraciones suyas, este «Otoño romano» promete horas de lectura feliz.
Pues bien, nada más lejos de la realidad. El estilo de Reverte es el de siempre: fresco, directo, fácil de leer. Pero el contenido de este libro es banal. La narración avanza en forma de diario pero no lleva a ninguna parte, de tal manera que el libro podría comenzar o terminar en cualquiera de sus capítulos y nos quedaríamos como al principio. El autor no consigue enamorarnos de la ciudad, ni con sus insulsas reflexiones personales, ni con sus largas digresiones sobre arte e historia, ni mucho menos con sus recurrentes y difamatorios prejuicios contra el catolicismo y la religión en general.
Los ingredientes —Roma, el otoño, Reverte— nos hacen esperar una gran narración. Lástima que el resultado sea tan decepcionante.
Otra perla de Reverte, este obra quizás no tiene la intensidad de la trilogía de África o de sus libros de "ríos"... pero sigue hechizando su forma de relatar y como traslada al lector a tiempos de los centuriones, los emperadores y la Roma de Julio cesar, Trajano y demás...
Muy recomendable el apunte de Valle-Inclán.