Resumen y sinopsis de El comité de la noche de Belén Gopegui
Dos mujeres en la treintena libran una batalla contra el tráfico y la compraventa de sangre, de vida. La primera, Álex, tras perder su empleo en una España que parece navegar hacia ninguna parte pero donde surgen cada vez más focos de resistencia, regresa a vivir con su hija en casa de sus padres; desde allí escribe sus motivos para entrar en el comité de la noche, un grupo clandestino que ha decidido activarse y afrontar la barbarie de estos días.
La segunda, Carla, trabaja en una empresa de hemoderivados en Bratislava, donde, por medios ilegales, se presiona para lograr la privatización de la sangre donada y común. Desgarrada entre los afectos, la corrupción y la lealtad, se pone en contacto con un escribiente que trabaja por encargo. A través de una serie de conversaciones, Carla y el enigmático escribiente transformarán de manera radical la naturaleza de su relación y dejarán memoria de lo sucedido.
El comité de la noche emite su llamada con una lucidez que no nace de la distancia sino de la piedad como forma de aceptar lo que no se entiende ni se comparte. La acción es, en esta novela, contar qué pasa fuera para saber lo que pasa dentro. Distintas voces y registros construyen un territorio narrativo de inteligencia y empatía desde el cual mostrar cómo, en palabras del escribiente, «lo que hay» es la mayor ficción que se ha inventado.
Leo "El comité de la noche", el libro que, la escritora Belén Gopegui elabora dividiéndolo en dos partes. Así, en un primer capítulo, es Alex -hematóloga en paro y madre- quien, escribiendo en una pantalla de ordenador, en primera persona y a modo de diario, me cuenta sus dificultades para subsistir en este país donde, reinando el capitalismo, no se sabe adónde han ido a parar los valores morales. Es en el segundo capítulo, en el que, disfrutando de un lenguaje menos denso y más comprensible, conozco a Carla de la mano de un redactor de memorias, quien mientras recoge el relato de ésta acerca de su trabajo en una empresa de hemoderivados en Bratislava, deja sus impresiones en el texto con el empleo de la cursiva. Si bien alabo a la autora la reivindicación del género neutro que realiza en un momento de la novela, el carácter social que imprime a ésta, la cuidadosa colocación de las numerosas citas inteligentes que emplea y su lenguaje poético, no me ha resultado acertado el recurso del escribiente, no me ha convencido el final, no empatizo con una lejana historia de compra de sangre, faltan muchos acentos y signos de puntuación y no me ha gustado el lío sexual del final.