Resumen y sinopsis de Historias negras del fútbol argentino de Alejandro Fabbri
Hinchas que pretenden ahorcar a un árbitro, dirigentes que practican el soborno a repetición, maniobras para evitar descensos, sobre todo cuando afectan a equipos de los llamados grandes, silencios cómplices, negociados con el poder de turno que implican privilegios, jugadores que se rebelan contra la autoridad arbitral y se sientan en el campo mientras sus adversarios los golean. Todos estos desmanes forman parte de la historia del profesionalismo en el fútbol argentino. Episodios recuperados a partir de una intensa investigación y narrados con una prosa eficaz por Alejandro Fabbri, quien construye un abrumador y por momentos divertido panorama del costado oscuro de nuestro deporte más popular.
Como sostiene Víctor Hugo Morales en el prólogo a este trabajo imprescindible: "Esclarecedor, documentado, de prosa hábilmente despojada para que sean los hechos los protagonistas, este libro nos acerca una vez más a la capacidad de su autor para internarse en la historia con el rigor inclaudicable de quien, paradojalmente, lo hace desde el amor por el fútbol".
Libro que hace un recorrido por el fútbol argentino desde los comienzos de la era profesional en la década de los años 30 hasta finales de los años 70, desde la perspectiva de los malos manejos de los dirigentes de los clubes, el amaño de partidos y el soborno a jugadores para favorecer a los equipos grandes en perjuicio de los más chicos, los "decretos" caprichosos que anulaban los descensos de categoría, los pésimos arbitrajes que enardecían a las hinchadas en las tribunas, la muchas veces nefasta influencia que el poder político tuvo en varias etapas, entre otros tópicos.
Un lado oscuro que resulta útil conocer para entender el daño hecho a un deporte que en Argentina es considerado casi una religión y que asimismo ha dado grandes logros y momentos importantes a nivel local e internacional. El autor lo deja claro en su propósito: "El fútbol tiene manchas que no se limpian, lunares espantosos que lo recorren desde el mismo momento en que nació, pero también es sinónimo de fiesta, de alegría, de dejar de lado sospechas para seguir al club que nos cautivó de niños, de ilusionarse con la magia de los cracks, con el triunfo inesperado y agónico ante el rival más difícil".
Interesante trabajo, apoyado en buenas fuentes documentales. Cuenta además con un prólogo escrito por Víctor Hugo Morales, titulado "El lenguaje de los hechos".