Resumen y sinopsis de El balcón en invierno de Luis Landero
Asomado al balcón, debatiéndose entre la vida que bulle en la calle y la novela que ha empezado a escribir pero que no le satisface, el escritor se ve asaltado por el recuerdo de una conversación que tuvo lugar cincuenta años antes, en otro balcón, con su madre.Este libro es la narración emocionante de una infancia en una familia de labradores en Alburquerque (Extremadura), y una adolescencia en el madrileño barrio de la Prosperidad. Es también el relato, a veces de una implacable sinceridad, otras chusco y humorístico, de por qué oscuros designios del azar un chico de una familia donde apenas había un libro logra encontrarse con la literatura y ser escritor. Y de sus vicisitudes laborales en comercios, talleres y oficinas, mientras estudia en academias nocturnas, empeñado en ser un hombre de provecho. Pero dispuesto a tirarlo todo por la borda para ser guitarrista, y vivir como artista. Y en ese universo familiar de los descendientes de hojalateros, surge un divertidísimo e inagotable caudal de historias y anécdotas en el que se reconoce la historia reciente.
Tras un 15 % de lectura he decidido dejarlo. Es una narración introspectiva biográfica que, pese a recrear una época que he conocido, no ha despertado mi interés. Puede que no haya caído en mis manos en un momento adecuado a mis circunstancias y estado anímico.
Me ha parecido muy aburrido. En mi opinión no aporta nada.
Excelente forma de narrar. Luis Landero nos hace disfrutar de su lectura, recorriendo su vida en bellos pasajes literarios.
Una especie de memorias de la juventud y niñez del autor. Cuenta anécdotas de esa época de su vida , siempre con su estilo cordial e inconfundible.
No puedo decir que me haya gustado. Si bien sus memorias de infancia y juventud son una delicia y escribe estupendamente...sus recuerdos son desde la tristeza, desde la nostalgia amarga y yo soy todo lo opuesto...y la verdad que como decimos por el sur/sur...¨es un bajón''.
Sí bien el inicio de este libro me pareció muy flojo, la verdad es que tiene pasajes, sobretodo las descripciones de su tierra natal, costumbres y personas, que me parecieron muy brillantes.
Recomiendo su lectura.
Recuerdos de la infancia en el campo, entre huertos y corrales, que fluyen con una elegancia insólita, desmenuzando retazos de la saga de hojalateros que precede al autor. Una contraposición casi siempre ignorada, entre campo y el pueblo, que enlaza con el éxodo a las grandes capitales durante la postguerra. Pura música
Corta pero intensa historia, en la que el autor nos revela momentos de su vida, en una época que parece remota, pero que está cercana en el tiempo. Otra muestra más del buen hacer de Luis Landero.
La literatura en su máximo exponente en este libro que trata de las formas de vida de otros tiempos en los que ruralidad era la tónica dominante de la sociedad española. En muchos de estos pasajes he podido ver a mis abuelos haciendo la maleta para irse a buscar fortuna a las ciudades o retazos de una vida ya casi desaparecida marcada por las estaciones del año, el ritmo de los animales domésticos y los olores del campo.
En El balcón en invierno Luis Landero nos cuenta unas pinceladas de su vida y la de los suyos, haciendo especial hincapié en todos los sucesos y emociones que le llevaron a convertirse en escritor.
Landero nos lleva por los caminos de su memoria y escribe, a veces en primera y otras en segunda persona, su niñez en el campo, la adolescencia en Madrid y la melancolía que se instala en la madurez y que nos asalta al volver la vista atrás. Es un libro muy íntimo pero a la vez universal, reflejo de una época pasada de la que muy pocos se acuerdan ya.
Está tan magníficamente bien escrito, que te parece estar leyendo un cuento. Tiene sus momentos trágicos, un humor desternillante, una sinceridad descarnada y la belleza típica de la cotidianidad y de la vida real . Y sin embargo, todo el libro parece estar cubierto por un halo de profunda tristeza, que empaña cualquier otra emoción.
La historia está estructurada en capítulos que tratan hechos tan inconexos como se muestran los recuerdos en la memoria. Así vamos desgranando una historia sin final (o con final abierto) y sin principio. En ella el autor nos cuenta solo lo necesario o lo que le conviene para que sigamos el hilo. El resto está inmerso en las sombras.
Pero, y aunque estamos ante un gran libro, carece de interés si no te gustan las biografías, como a mí, lo que hace que el libro resulte pesado. Yo me quedo con las descripciones de la naturaleza y del Madrid de los años 60. Me quedo con la alegría de la niñez, la rebeldía en la adolescencia y el "querer saber" acerca de la historia de tu familia, que aparece al hacernos mayores. Todo lo demás me sobra y aburre.
En resumen estamos ante un libro muy bien escrito y mejor narrado, que constituye un retrato de un tiempo que nuestros antepasados más recientes vivieron y sufrieron. Y que por tanto no debe ser olvidado. Merece la pena leerlo aunque solo sea por eso.