Un deslumbrante juego de evocaciones literarias que resucita insólitos aspectos del pasado.
Los raros, nos dice Pere Gimferrer, habitan en todas las lenguas, en todas las épocas. Los raros y lo raro dibujan, en la nube lunar de la página en blanco, 'el cielo azul para Orlando el Furioso'. Lo moderno es moderno porque existen los raros para tomar o preparar el relevo, en un pasadizo de vientos glaciales, sin tiempo, bajo una claridad de cera y de seda.