Resumen y sinopsis de Hacienda y Estado 1823-1833 de Josep Fontana
Los antecedentes de la Hacienda española en el periodo comprendido entre 1700 - 1808, que abarca más de un siglo. Propició el siglo XVIII una serie de profundas transformaciones en la organización del Estado español. La reforma del sistema tributario, llevada a cabo en el siglo XVII en los reinos de la Corona de Aragón, fue la más espectacular de todas ellas. Otra de las aportaciones más importantes de esta época, y que sería reintroducida en la hacienda castellana, fue el catastro, que se presentaba como el primer intento de implantar la carga proporcional en función de la riqueza. Pero su implantación no fue fácil, y para evitar males mayores hubo que rebajar el cupo inicialmente fijado. No fue hasta el año 1735 cuando se puede afirmar que el catastro quedó definitivamente establecido como consecuencia de la reorganización efectuada por el intendente. La relativa estabilidad de los cupos, combinada con un alza de precios a lo largo de todo el siglo XVIII, provocó la disminución gradual de la presión. El cobro de los tributos en ese momento era arrendado a particulares, que pagaban al erario un tanto fijo, ante la imposibilidad de que la Real Hacienda pudiera desempeñar directamente esta función. Pero con el tiempo, se produjo una reducción del número de los arrendatarios, que pasó de 196 a tan sólo 16, lo que provocó su control en pocas manos. Los males que aquejaron este sistema indujo a sustituirlo por la administración directa desde 1742 en las provincias de Sevilla, Toledo, Córdoba y La Mancha. A partir del 1 de enero de 1750, Fernando VI ordenó que se administrasen directamente todas las provincias, a excepción de la capital de España. El trasfondo de estas reformas era la crisis económica de la Hacienda, así como el incremento de los gastos militares.
Han participado en esta ficha: Almaga nataliat84