Resumen y sinopsis de El gato que venía del cielo de Takashi Hiraide
La novela japonesa que deslumbró a Kenzaburo Oé (Premio Nobel de Literatura) y arrasa en ventas en Francia y Estados Unidos. Una casa y un jardín tocados por la gracia de una belleza de otro tiempo. Una pareja que se refugia en su nueva vida lejos de la agitación de Tokio. Un gato enigmático entregado a la exploración que decide adoptarles como dueños y se convierte en el centro de una intriga con tintes policiacos y filosóficos. El gato que venía del cielo refleja la belleza no siempre evidente de la vida cotidiana en Japón, con su ritmo pausado y la viva presencia de la naturaleza que determina el estado de ánimo. Con precisión y lirismo, Hiraide nos muestra el tumulto de un cambio de era y los valores inmutables de una sensibilidad ancestral, mientras plantea sutilmente los grandes interrogantes sobre los que se asientan nuestras vidas
Me encantan los gatos. De hecho tengo un libro publicado que habla sobre ellos.
Me encanta la literatura japonesa. Soy lo contrario a muchos que dicen "qué deprimente", "se me atraganta", "no puedo con ello".
Al revés que eso, he leído dos veces toda la obra de Murakami y gran parte de lo publicado en España de Mishima. Y lo que me queda por leer de más autores.
Pero me he decepcionado y mucho este libro de Hiraide, que encima ha recibido premios.
Tiene, eso sí, todos los ingredientes clásicos de la literatura japonesa.
Eso que se dice como "lirismo", que no es más que una explosión de sensaciones que van del papel o ebook al lector, muy alejadas de las descripciones superadjetivadas tan al gusto de muchos lectores, eso que llega a caer en la cursilería facilona.
La literatura japonesa no va por ahí. Cualquier pequeña cosa de la naturaleza y que haga sentir algo, se escribe: una brizna hierba, un reflejo de la luna, una ligera brisa o el canto de un pájaro apenas audible.
Eso es lo fascinante, que a muchos apasiona y a otros deprime o desencaja.
Takashi también lo hace pero empieza por transmitir muy poco. Apenas nada. Queda todo en saco roto.
También está la obsesión de los escritores japoneses de situar la escena dentro de sus puntos cardinales. A mí eso también me gusta.
Sin embargo la historia enseguida naufraga.
No engancha. El gato protagonista aparece y desaparece apagado por la sucesión de hechos tipo "diario personal".
El autor introduce digresiones (el tema de Maquiavelo o una técnica pictórica) que realmente tienen poco que ver con la trama o sucesión narrativa. Si introduces algo tan diferente, que al menos tenga relación y que resulte entretenido, que aporte. Si la hay es muy sutil.
Algo que me acabó de descuadrar es que el desenlace ocurre justo a la mitad del libro. La vida continúa, sí, pero el gato protagonista va quedando cada vez más atrás.
Es verdad que el final de muchos textos japoneses y sobre todo los relatos largos como este, que ni llamaría nouvelle, carecen totalmente de clímax, catarsis o moraleja. Acaban de repente con una frase que podría estar en la mitad de un párrafo de cualquier parte.
El libro también acaba así, dejándote más decepcionado aún si cabe, aun sabiendo que eso es muy normal en libros japoneses.
Intento ser positivo y dentro de lo malo, quedarme con lo bueno pero en este libro, lo consigo poco.
Encima parece que la trama tiene mucho de autobiográfica, algo respetable también en literatura pero no deja de ser hacerse trampas al solitario, un recurso demasiado fácil.
Es un muy buen cuento, pareciera que el relato principal es más bien un pretexto para describir la vida diaria del personaje y su vida pausada por las apariciones del gatito que un día encontrará a la pareja.
La visión del autor es más bien periférico y estoy acostumbrado a las historias que se centran más en su aspecto principal, por eso el 4.
Es un libro pequeño y muy digerible, pero puede darte muchas cosas que pensar.
Después de "pelearme" durante mucho tiempo con todo tipo de autores japoneses, estaba segura de que, El gato que venía del cielo, me resultaría un pestiño pese a sus 160 páginas. Y sin embargo ha sido toda una revelación.
La primera novela de Takashi Hiraide me ha parecido correcta, con un profundo estilo japonés. Esto implica enormes descripciones líricas de la naturaleza, cierta tendencia a lo onírico en la historia y, sobre todo, lentitud.
En general, el estilo de escritura es claro, conciso, aunque por momentos se vuelve farragoso o confuso. La estructura, por contra, me parece buena. Usa el típico esquema de capítulos cortos, normalmente ordenado cronológicamente y en los que, gracias a Dios, mete poca divagación filosófica.
El gato que venía del cielo narra la apacible vida de una pareja que vive en las afueras de la gran ciudad de Tokio. Ubicados en un entorno de cuento de hadas, donde lo mágico y lo cotidiano coinciden, aparecerá en sus vidas Chibi, un pequeño y curioso gato que hará mucho más llevadera su existencia.
Esta novela habla de la naturaleza, de la belleza y del amor por toda forma viviente. Y retrata, con claridad meridiana, el pequeño milagro que supone que un animal entre en tu vida, llenándola de calidez y cariño.
El desenlace está a la altura del resto de la novela, y aunque resulta emotivo y tierno, es abierto, pero no deja pregunta sin respuesta.
En definitiva, el gato que venía del cielo es una oda a todos los amantes de las mascotas y a los que son capaces de ver algo más a su alrededor. Es un libro sencillo, que hará las delicias de todos los públicos, siempre y cuando valoréis la forma japonesa de contar la trama. Si no es vuestro caso o buscáis emociones fuertes (aunque sean tristes) es mejor que ni lo intentéis. Os va a decepcionar.
Me gustan mucho los gatos, pero este libro me ha parecido un poco tonto, la verdad. Pese a ser corto me he aburrido. Ni los personajes (excepto los gatos) ni la historia me ha atrapado para nada.
Corto pero muy bueno. Nos hace reflexionar sobre el cariño que le podemos dar a un ser viviente. Recomendado.