Resumen y sinopsis de La ruta de las ratas de Antonio Santos Torralba
Serie: Mauricio Romero
Mauricio Romero es un perro viejo aficionado a los bares, el juego y las putas que después de dar muchas vueltas en este mundo ejerce como detective privado en Cuenca, una capital de provincias en la que se conoce todo el mundo y no existen los secretos. Tras el éxito editorial de un libro donde el detective confesaba sus mejores casos y sus métodos generalmente políticamente incorrectos, parece que nadie querrá volver a contratarlo jamás en dicha localidad. Sin embargo, la vida siempre da una segunda oportunidad a quien menos lo merece, y lo que parece ser un pequeño caso paranormal que en circunstancias normales Mauricio Romero nunca hubiese aceptado, acaba convirtiéndose en el caso de su vida: dar caza a antiguos criminales nazis, espoleado y guiado por el instinto de un ciego idealista que parece enloquecido de tanto leer novelas policíacas y que insiste en hacer de esta historia la mejor novela negra jamás escrita. Mauricio Romero será cazador, presa, víctima y verdugo en una historia en la que pocas veces sabrá si es realmente un hombre de carne y hueso o solo un personaje de ficción en el mundo real. Escrito con una enorme dosis de ironía y humor, Antonio Santos nos sumerge magistralmente en las entrañas de Cuenca, en sus calles, sus bares y su gente, ofreciendo al lector la oportunidad de percibir la vida de un detective privado de provincias y descubrir que el crimen no es un atributo restringido a las grandes ciudades.
Divertidísimo. Un libro muy ingenioso. La trama te atrapa desde el principio gracias al personaje principal y no puedes dejar de leer. Además todo el libro está salpicado con un gran sentido del humor e ironía. Destaca también el vocabulario y los giros que utiliza al autor y el final sorprendente cuando todo parece acabado. Por ponerle una pega, diré que se hace muy muy corto.
figaroLa ruta de las ratas9.5
Soy un lector consumado de dos géneros especialmente: historia sobre nazis y novela negra. Y estoy acostumbrado a ver una y otra vez repetidos los mismos clichés o el afán de autores que pretendiendo ser originales hacen auténticas mamarrachadas o burdas copias maquilladas. Por eso, este libro que llegó a mis manos por casualidad recomendado por un usuario de Facebook, y que me animé a leer porque parecía tocar el tema del nazismo, me ha sorprendido.
Partiendo de tópicos y siempre en el límite entre la parodia y el homenaje al género negro que el autor demuestra conocer en profundidad, se crea un personaje completamente original y humano que se ve envuelto en una historia que te atrapa desde el principio. No podrás dejar de leerlo y en dos tardes lo tendrás finiquitado. Pero hablaré del libro por partes porque creo que lo merece.
En primer lugar cabe hablar de la ambientación. Una ciudad pequeña donde se conoce todo el mundo, lo cual le crea al protagonista, Mauricio Romero muchos inconvenientes y también algunas ventajas. Mientras lees la novela, da la sensación que conoces de toda la vida esos lugares, sobre todo bares, que aparecen en la novela. Dan ganas de ir a Cuenca el siguiente fin de semana.
Los personajes, todos con sobrenombres bien traídos y graciosos son otros de los grandes atractivos de la novela. El Google, El Jaibo, Avispado, M&M... personajes originales pero totalmente fidedignos.
En cuanto a la historia: La novela comienza mostrándote cómo sobrevive un detective privado en tiempos de crisis en una ciudad pequeña. (Originales y lógicas sus soluciones. Te preguntas cómo no se te han ocurrido a ti). Después nos introduce un pequeño caso sobrenatural que acaba convirtiéndose en una trepidante investigación y persecución para identificar a criminales nazis y darles caza. Cosa que además nos hace reflexionar sobre algunas cuestiones de esos años que nos damos cuenta de que no están del todo cerradas. Y finalmente un asesinato en el seno de un club de lectura novela negra, pone la guinda. Las tramas se entrelazan magistralmente para acabar tomando todo sentido al final. Eso sí, cuidado, un final con doble giro inesperado. La guinda perfecta. Pero si hay algo que destaca es el tremendo sentido del humor, la ironía. Cómo este libro es capaz de arrancarte la sonrisa e incluso la carcajada mostrándote un mundo turbio y fangoso con total naturalidad.
Por último, aunque podría hablar mucho más, de las referencias a títulos clásicos como el Quijote, de las diferentes lecturas en cuanto a profundidad que ofrece, o del las reflexiones sobre la novela negra que aparecen casi sin darnos cuenta, haré mención especial al estilo. Tras una aparente sencillez a base de oralidad, el autor, Antonio Santos Torralba, muestra un dominio del lenguaje en sus diferentes registros asombroso. Todos los personajes hablan diferente, en ocasiones con un vocabulario propio que fascina, y la voz narrativa, en primera persona, de Mauricio Romero te embelesa como lo hace un buen cuentacuentos.
Resumiendo. Una novela, imprescindible para los amantes del Género Negro, que me atrevo a decir, es solo la primera de una larga saga. Un soplo de aire fresco.
Divertidísimo. Un libro muy ingenioso. La trama te atrapa desde el principio gracias al personaje principal y no puedes dejar de leer. Además todo el libro está salpicado con un gran sentido del humor e ironía. Destaca también el vocabulario y los giros que utiliza al autor y el final sorprendente cuando todo parece acabado. Por ponerle una pega, diré que se hace muy muy corto.
Soy un lector consumado de dos géneros especialmente: historia sobre nazis y novela negra. Y estoy acostumbrado a ver una y otra vez repetidos los mismos clichés o el afán de autores que pretendiendo ser originales hacen auténticas mamarrachadas o burdas copias maquilladas. Por eso, este libro que llegó a mis manos por casualidad recomendado por un usuario de Facebook, y que me animé a leer porque parecía tocar el tema del nazismo, me ha sorprendido.
Partiendo de tópicos y siempre en el límite entre la parodia y el homenaje al género negro que el autor demuestra conocer en profundidad, se crea un personaje completamente original y humano que se ve envuelto en una historia que te atrapa desde el principio. No podrás dejar de leerlo y en dos tardes lo tendrás finiquitado. Pero hablaré del libro por partes porque creo que lo merece.
En primer lugar cabe hablar de la ambientación. Una ciudad pequeña donde se conoce todo el mundo, lo cual le crea al protagonista, Mauricio Romero muchos inconvenientes y también algunas ventajas. Mientras lees la novela, da la sensación que conoces de toda la vida esos lugares, sobre todo bares, que aparecen en la novela. Dan ganas de ir a Cuenca el siguiente fin de semana.
Los personajes, todos con sobrenombres bien traídos y graciosos son otros de los grandes atractivos de la novela. El Google, El Jaibo, Avispado, M&M... personajes originales pero totalmente fidedignos.
En cuanto a la historia: La novela comienza mostrándote cómo sobrevive un detective privado en tiempos de crisis en una ciudad pequeña. (Originales y lógicas sus soluciones. Te preguntas cómo no se te han ocurrido a ti). Después nos introduce un pequeño caso sobrenatural que acaba convirtiéndose en una trepidante investigación y persecución para identificar a criminales nazis y darles caza. Cosa que además nos hace reflexionar sobre algunas cuestiones de esos años que nos damos cuenta de que no están del todo cerradas. Y finalmente un asesinato en el seno de un club de lectura novela negra, pone la guinda. Las tramas se entrelazan magistralmente para acabar tomando todo sentido al final. Eso sí, cuidado, un final con doble giro inesperado. La guinda perfecta. Pero si hay algo que destaca es el tremendo sentido del humor, la ironía. Cómo este libro es capaz de arrancarte la sonrisa e incluso la carcajada mostrándote un mundo turbio y fangoso con total naturalidad.
Por último, aunque podría hablar mucho más, de las referencias a títulos clásicos como el Quijote, de las diferentes lecturas en cuanto a profundidad que ofrece, o del las reflexiones sobre la novela negra que aparecen casi sin darnos cuenta, haré mención especial al estilo. Tras una aparente sencillez a base de oralidad, el autor, Antonio Santos Torralba, muestra un dominio del lenguaje en sus diferentes registros asombroso. Todos los personajes hablan diferente, en ocasiones con un vocabulario propio que fascina, y la voz narrativa, en primera persona, de Mauricio Romero te embelesa como lo hace un buen cuentacuentos.
Resumiendo. Una novela, imprescindible para los amantes del Género Negro, que me atrevo a decir, es solo la primera de una larga saga. Un soplo de aire fresco.
Fígaro.