Resumen y sinopsis de El pasajero de Jean-Christophe Grangé
«No soy un asesino.» Es la nota manuscrita que ha encontrado Anaïs Chatelet en su despacho de la policía judicial de Burdeos. Ahora nada cuadra en la investigación... Unos días antes, en la estación de tren, había aparecido el cadáver desnudo de un joven con la cabeza de un toro incrustada. Una macabra recreación del Minotauro. Poco después Anaïs se entrevistaba con el psiquiatra Mathias Freire para preguntarle sobre uno de sus pacientes del hospital. Un hombre misterioso al que Mathias había diagnosticado «fuga disociativa»: un tipo de amnesia en la que el enfermo se crea otra identidad. Desde ese momento Anaïs y Mathias se sumergen en un caso laberíntico. Solo saben que alguien ha estado matando desde hace tiempo, cada vez copiando un mito de la Antigüedad. La clave para encontrarle está en la mente de un hombre que ha olvidado quién era. El nuevo y espléndido desafío del maestro del thriller francés.
Aunque es original (mezcla de novela negra, y thiller psicológico) y al principio engancha acaba por hacerse demasiado largo ya que repite en exceso el mismo recurso antes de acabar por encarar la resolución de los distintos enigmas. Oscuro y original, ya digo, y bien resuelto. Pero le sobran entre 100 y 200 páginas.
Entretenida, pero eso, excesivamente larga. El autor sobrepasa el nivel de escritura ampliamente y tras reiterados e idénticos episodios del protagonista, decide en un momento dado y después de 700 páginas poner fin a la novela. Me esperaba mucho más.
El pasajero tiene demasiadas matrioskas para resultar creíble... y además resulta pesado y engorroso de seguir con tantas pistas por cada matrioska... No me ha gustado.