Resumen y sinopsis de A Lupita le gustaba planchar de Laura Esquivel
Lupita, la protagonista de esta novela, es una antiheroína fuera de serie. Es una policía poco agraciada físicamente, con problemas de alcoholismo, que ha padecido la violencia y sobrevive en un medio donde reinan las apariencias, el dinero y el poder.Con su característico lenguaje accesible y enganchador, un refrescante humor negro y una profunda mirada espiritual, Laura Esquivel traza un fascinante retrato de una sociedad que ha perdido el rumbo, donde casi todos somos un poco Lupita y buscamos algo que nos salve del desamor.
Laura Esquivel utiliza una técnica innovadora, donde cada capítulo reseña una actividad que a Lupita, protagonista de la novela, le gusta desempeñar. Acompañada de intervalo, donde hace anotaciones históricas propias de su país natal, México. Que son más que nada interpretaciones filosóficas de la cultura indígena, de la cual proviene la protagonista.
Esta novela me resultó muy interesante, porque más que una novela policiaca, desarrolla el drama que viven nuestros países, donde la corrupción invade la política, la sociedad y el alma de las personas. Por eso busca destacar que sanando el alma podemos sanar la sociedad.
En lo personal me gustó mucho la obra, muy bien escrita, buen trabajo investigativo y muy bien hilvanada la trama.
Es un buen libro con el sello característico de la autora. Me enganchó desde el comienzo, pero al final siento que le falta algo, quizá desarrollar más la historia.
En esta novela lo que menos importa es el misterioso crimen que pretende investigar Lupita. Lo que tiene más interés es conocer a esta policía obesa, alcohólica y drogadicta, una auténtica antiheroína, que se mueve en México en un ambiente de corrupción, tráfico de drogas, poder y alcohol. Para evadirse ella plancha, baila, observa el cielo, corre, chinga, siembra... y muchas cosas más. De hecho, cada capítulo es diferente y comienza "A Lupita le gustaba..." y una actividad. Humor negro y un lenguaje coloquial mexicano caracterizan también a esta entretenida novela, de una autora que se hizo muy popular con la espléndida "Como agua para chocolate".
Leo "A Lupita le gustaba planchar", el último libro que ha elaborado la escritora Laura Esquivel (en el año 1989 escribió su famosa "Como agua para chocolate") y cuyo título me hace pensar en una obra machista. Pero nada más lejos de la realidad pues la autora otorga su protagonismo a una policía -Guadalupe- que utiliza (como podría hacer un hombre) la plancha, el tejido o el lavado, para "aquietar el pensamiento" y "devolverle el sano juicio" después de un duro día de trabajo. Así, la narradora mejicana, con una innovadora estructura (muy bien manejada y enriquecida con interludios aclaratorios de hitos históricos) se sirve de la riqueza de un lenguaje lleno de términos propios (teporocha, regadera, chela, pinole en los ojos, madrear, pinches legisladores culeros, bofo, trusa, mesero, bezote, argüendera, guajolotes,...) para crear una obra fresca y primitiva acerca del itinerario vital de Lupita (quien va de la corrupta capital a la generosidad de una comunidad indígena) y, aprovechando su pulso constante y presente, confecciona una crítica a los abusos del gobierno, al consumismo, a las mafias, al desarrollo mal entendido, a las drogas y a los corruptos. Escrito con las entrañas. Para disfrutar, de 7.
Entretenido y fácil de leer, pero me dejó la sensación de que le faltó algo que solo logró describir como mayor profundidad, elaboración... La historia trata sobre una mujer policía, singular, golpeada por la vida, la lucha contra sus demonios, el descubrimiento de lo que realmente importa, como todo se relaciona, se entrelaza, el misticismo, la lucha entre el bien y el mal, la búsqueda de la justicia. Ella para mí es la síntesis del México actual.
Laura Esquivel me enamoró con sus otras dos novelas que había leído, así que tenía ganas de volver a leer algo suyo. Y aunque no ha sido una total decepción, porque ésta tiene su esencia, poética prosa y saber hacer, vocabulario bellísimo, y buena historia, esta vez me ha dejado sabor a poco. La historia se va desvaneciendo y tiene un desenlace flojo, como un quiero y no puedo. Se lee con agrado pero te deja con ganas de algo más. Una pena.