Resumen y sinopsis de Mejillones para cenar de Birgit Vanderbeke
La familia espera a que el padre vuelva de un viaje de trabajo. Cuando éste no llega, el resto se revela contra su autoridad. En una familia modelo alemana, todos esperan el regreso del padre, que ha salido en viaje de negocios. Han dispuesto un montón de mejillones, su cena preferida. Pero, a medida que las horas pasan y él no llega, se va organizando una «revuelta» que pondrá en cuestión todos los valores de la familia tradicional.
La narradora, la hija mayor de esta familia de cuatro miembros, nos va contando los preparativos de la cena y el tiempo de espera con su madre y su hermano y, al mismo tiempo, nos habla de la vida en esa casa con un padre autoritario y violento y con una madre (y unos hijos) que tratan de amoldarse (espeluzna ese verbo) al padre.
Con una escritura arriesgada nos narra la vida familiar desde el punto de vista de la hija mayor y lo que ella interpreta de su madre y su hermano. Y nos cuenta cómo ve ella a su padre y cómo piensa que los ven su madre y su hermano. Todo con una falta de empatía que asusta. Aunque intenta que el padre aparezca como un monstruo dictador solo muestra el rencor mal contenido de la hija. Como relato de denuncia es un fracaso pero lo salva su buena narración.
No le he encontrado la gracia, por así decirlo a esta novela. Escrita como muy apelotonada, si que trasmite la urgencia de la situación pero nada más.
A través de una madre y sus dos hijos conocemos a su marido y padre; un ser despreciable, abyecto, déspota, dictador, caradura, insoportable e impertinente al que todo lo de su mujer e hijos le molesta y nada le parece bien. Vamos, para tenerlo bien lejos.